Tamara Falcó (41 años) coge el teléfono. La llaman de manera insistente y ella tiene que responder. Tras esta conversación, que dura pocos minutos, se mete en el coche y su chófer la lleva al destino pactado. El trayecto lo hará sin despegar la vista de la pantalla del teléfono. Está organizando la boda de sus sueños a contrarreloj. Ahora, para colmo, su prometido, Íñigo Onieva (33 años), ha tenido que salir de Madrid. Las obligaciones mandan. Y la ha dejado a ella sola frente a un sin fin de asuntos pendientes. Se casan en cinco meses y no hay tiempo que perder.
¿Pero qué ha pasado para que Íñigo Onieva haya tenido que dejar a Tamara Falcó sola, al frente de tamaño reto? Un compromiso ineludible con la cadena de restaurantes para la que trabaja. Tatel acaba de abrir nuevo local en Doha (Catar) y era obligación del madrileño acudir a las instalaciones y asegurarse de este nuevo negocio mantenga los altísimos estándares de sus semejantes. Se trata de una cadena que abrió sus primeros restaurantes en Madrid y en Ibiza y que, tras el éxito, y con visión de expansión desde el primer momento, pronto se lanzaron al mercado internacional. Los Ángeles, Ciudad de México, Doha, Riyadh o Bahrain, confirman que buscan hacerse un nombre fuerte en emiratos, convirtiéndose en una alternativa más en un pobladísimo negocio de la restauración de lujo.
Tamara Falcó, su propia 'wedding planner'
Mientras que Tamara Falcó pasó la mañana del lunes recibiendo llamadas y tomando decisiones nupciales, Íñigo Onieva aterrizaba en el aeropuerto de Doha, tras viajar por un océano de arena. Dio buena cuenta en sus redes sociales del motivo que le había llevado a tener que separarse de su chica, mostrando, al detalle, sus pasos en Catar.
El viernes 27 de enero, tras confirmar que retomaban sus planes pioneros para su boda, esto es, casarse en El Rincón, la finca que Tamara Falcó heredó de su padre, y en el día que habían escogido en un primer momento; la futura novia fue vista acudiendo a la casona que albergará la fiesta. Actualmente, se encuentra en uso, puesto que está siendo empleada como localización para una serie, ‘La promesa’. La actual marquesa de Griñón tiene que tomar muchas decisiones de carácter de intendencia, para que la organización sea sea simplemente perfecta.
¿De qué trabaja Íñigo Onieva?
Tenemos muy claro que a Tamara Falcó le va fenomenal como colaboradora televisiva y como rostro para marcas de renombre. La hija de Isabel Preysler se ha convertido, al igual que su progenitora, en un reclamo para las firmas de moda y belleza. Ella emplea sus redes sociales como escaparate para los productos que desea publicitar, trasladando al mundo digital el trabajo que siempre desempeñó Isabel.
Eso en lo que respecta a la marquesa; pero del empleo de su futuro marido se ha hablado mucho aunque no siempre con atino. En un primer momento se dijo que era diseñador de coches, pero lo cierto es que en estos dos años de relación le hemos conocido más en su faceta como relaciones públicas promocionando los diferentes negocios en los que se implica y Tatel es uno de ellos. “íñigo es responsable de desarrollo de negocio y los contenidos de los proyectos de restauración, tanto a nivel nacional como internacional, con el objetivo de ofrecer las mejores propuestas en los diferentes conceptos del grupo, que destaca ya por su ambiente cosmopolita e internacional, su cuidada gastronomía -de inspiración mediterránea y basada en materias primas de la máxima calidad-, su apuesta por la cultura y el entertainment, y su excelente servicio”, contaron a La Razón desde el grupo.
Esto explicaría los viajes al extranjero que tendrá que realizar Íñigo Onieva por motivos laborales. Y esta escapada a Doha, en la que garantiza que tanto los platos como el servicio mantienen los estándares exigidos, sería parte de sus labores dentro de este gigante empresarial.
Es habitual encontrarle en Tatel Madrid, ubicado en pleno Paseo de la Castellana, donde se localizan algunos de los restaurantes de los mejores chefs, como Dani García. Lo suele hacer en compañía de su chica, que aprovecha para publicar en redes algunos de los platos de la carta que más la han sorprendido. Y, de este modo, y sabiendo el tirón que Falcó tiene con sus redes sociales, le hace una publicidad increíble a la cadena. El éxito queda en casa.