¡Ha llegado el gran día! Este sábado 8 de julio marcará un antes y un después en la vida de Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (34 años). Tras meses de grandes polémicas y una infidelidad que casi termina con su historia de amor, la marquesa de Griñón y el empresario serán marido y mujer, convertidos en un ejemplo de que las segundas oportunidades sí son buenas. Mientras que Ana Boyer no ha dudado en compartir los mejores momentos de la preboda celebrada el pasado viernes en el céntrico Hotel Mandarín Oriental Ritz así como su look, Íñigo ha subido una imagen inédita de la gran noche que han vivido y una declaración de amor que no ha pasado desapercibida en redes sociales: "Hoy comienza nuestro viaje juntos y no puedo ser mas feliz de tenernos el uno al otro para juntos hacer frente ante cualquier obstáculo de la vida", ha escrito el empresario más feliz que nunca... Una felicidad que no ha podido ocultar poniendo rumbo a El Rincón, el Palacio que se ha convertido en el escenario perfecto para jurarle amor eterno a la hija de Isabel Preysler.
Íñigo Onieva, muy nervioso y emocionado
Íñigo Onieva se ha refugiado en su grupo más íntimos de amistades horas antes de su boda con Tamara Falcó. En su domicilio no ha dejado de entrar y salir gente en todo el día y uno de los datos que más interés genera es el atuendo que ha elegido el hijo de Carolina Molas. Mientras que la marquesa de Griñón ha optado por un diseño de novia exclusivo de Carolina Herrera, el joven se ha decantado por "chaqué clásico, levita, chaleco y pantalón recto", apuntaba Leticia Requejo recientemente desde 'El programa de AR'.
A eso de las cinco de la tarde, el novio ha salido de su domicilio. Lo hacía 'a medio vestir' con camisa, pantalón, tirantes ¡Y gafas de sol! Acabará de vestirse en El Rincón. Emocionado y nervioso. Dando las gracias a toda la prensa por toda la atención recibida. Tras ello, se ha metido en el coche y ha puesto dirección a la finca.
Hasta último momento, Íñigo Onieva ha estado disfrutando de sus últimas horas como soltero. A medio día, han llegado sus mejores amigos para vestirse en su casa. Han estado escuchando música mientras se arreglaban, y también han pedido comida a domicilio. Han brindado, han reído y han bebido champán. Todo lo necesario para calmar los nervios y en la mejor compañía posible.
"Tengo muchas ganas de ver a Tamara", ha dicho Íñigo Onieva cuando ha llegado a El Rincón. Bastante más calmado que cuando ha salido de casa, el novio también ha asegurado que la preboda "fue magnífica" y que se lo pasaron muy bien.
La llegada de Tamara Falcó a la boda
Tamara Falcó ha salido de casa casi una hora antes que Íñigo Onieva. Ella salía desde el hogar de su madre en Puerta del Hierro, donde ha pasado la noche tras la celebración de la preboda. La novia salía del chalet mucho más tranquila y en calma que el novio. Ella debía llegar antes para vestirse y maquillarse en El Rincón, mientras que su futuro marido solo deberá completar el chaqué; ya que ha salido vestido casi por completo de su piso en el barrio de Las Salesas.