A punto de salir de la cuarentena obligatoria por protocolo Covid-19 que tienen impuesta en la cárcel de Koh Samui, Daniel Sancho (29 años) estaría gozando de unas sorprendentes condiciones en prisión. A pesar de que solo él conoce la verdad sobre cómo le está tratando la policía tailandesa, existen muchas informaciones contradictorias sobre cómo es la situación en la que se encuentra dentro de la cárcel.
Teniendo claro que continuará en el módulo médico de la prisión y después de que la policía tailandesa haya dado por cerrada la investigación del caso, solo se sabe con certeza que a Daniel le han cortado el pelo y que durante estos días en la enfermería ha estado con máximo otras cuatro personas, pero ¿cómo? Algunos aseguran que no hay trato de favor con el presunto asesino confeso de Edwin Arrieta, pero ¿qué hay de cierto?
Las condiciones de Daniel en la cárcel de Tailandia
Al comienzo de su ingreso en prisión, los funcionarios aseguraron que las condiciones iban a ser bastante buenas para lo que en general se sabe sobre lo que ocurre allí. "Llevará uniforme marrón, formado por camiseta y pantalón corto porque hace mucho calor dentro. Se va a poder duchar dos veces al día, una después de levantarse y otra al dormir", dijeron en la primera entrevista sobre Daniel. Pero lo más importante fue que añadieron que el hijo de Rodolfo Sancho tomaba una medicación que ya tomaba antes de su viaje a Tailandia. De hecho, dijo el director que el empresario culinario estaba "bien" y "utilizando la medicina" que ya le habrían empezado a dar en la estación de policía: "Es para estar relajado. Comenzó a tomarla medicina antes de venir aquí y en la estación de policía se la siguieron dando", explicó, añadiendo que en prisión tienen enfermeros que han "mantenido" sus pastillas: "La medicación que él toma es para el estrés y está viniendo de otra isla". Eso sí, después aclararon que además de esas le daban otras "vitaminas" para que esté tranquilo. "Su cuerpo es fuerte, él entrena por las tardes, de momento puede tomarlas. Nuestros doctores le darán lo que sea necesario", añadieron. Algo que estos días han cambiado, ya que han confesado que el presunto asesino confeso no está tomando nada.
"El director de la prisión dice que el detenido no está tomando ninguna medicación contra el estrés por algún tipo de enfermedad psiquiátrica, por si estuviera muy afectado con lo que está ocurriendo", han comentado desde 'El programa del verano', donde además han asegurado que Daniel se encuentra bien porque va a poder ver a alguno de sus seres queridos: "Él no está estresado, se ve mejor porque sabe que ya pueden venir a visitarle y que su familia vendrá". Pero no solo eso, el formato de las mañanas de Telecinco ha contado que "Daniel está comiendo bien, bebiendo y haciendo deporte. De hecho, ha recibido varias visitas, la de la policía y la de su abogado porque ha testificado de nuevo".
Lo que ha sorprendido a muchos sobre las condiciones de Daniel es que a pesar de que han hecho hincapié en que "va a seguir el mismo protocolo que el resto de presos y no tiene ningún beneficio", el youtuber culinario "medita, hace yoga y otro tipo de entrenamiento físico como levantar pesas" y además "está leyendo su libro". "Nosotros tenemos el control de la televisión y no ve noticias, solo ve películas", han añadido sobre la vida del detenido. Además, han dado una explicación aclaratoria sobre por qué decidieron cortar su cabello: "Tiene el pelo corto desde que entró, lo hacen aquí por salud, tema de piojos, y por el calor y humedad que hace".
Las verdaderas cárceles de Tailandia
En el momento que la policía el país asiático crea conveniente que Daniel deje el módulo hospitalario, el joven sería trasladado a una celda compartida y le proveerán de un juego de tres piezas de tela para usarlas como colchón, sábana y almohada. Una 'cama' que deberá ubicar sobre el suelo (en el hueco que pueda).
Las celdas de la prisión de Samui se diferencian entre pequeñas, (ocupadas por un máximo de 20 presos), y las grandes (con unos 30-40), aunque se sabe que desde hace años sufren problemas de hacinamiento, por lo que es posible que le toque compartir con muchas más personas. Además, según ha contado Javier Casado, de la asociación +34, que ayuda a los 908 presos españoles en el extranjero y a sus familias en '20 minutos', lo que le espera a Sancho para comer "arroz de primero, arroz de segundo y arroz de tercero", pero podrá comprar algunos alimentos en el economato de la prisión con un límite mensual. Pero no solo eso, tampoco contará con agua potable y si finalmente lo trasladan a la cárcel de la capital será cuando verdaderamente se de cuenta de lo mal que lo puede pasar: "Va a experimentar la dureza de la situación cuando lo trasladen a Bangkok", dice Casado.