Tras años negándolo, la televisión ha despertado y se ha dado cuenta que no puede seguir dando la espalda a una generación que encuentra su entretenimiento en Internet, donde los ‘influencers’ mandan. Ellos mueven auténticas masas de audiencia, y los programas al uso también quieren su trocito del pastel. La manera de conseguirlo es atraer a estas e-celebridades a espacios en los que puedan participar. Una simbiosis. Tú arrastras a tu público, yo te pago un jugoso caché, y, además, te aseguro que dándote visibilidad televisiva, tu fama aumentará. Todos ganan.
Quizás Pelayo Díaz fuera uno de los pioneros. No solo fue de los primeros en saberle sacar jugo al blog y a las redes, sino que se subió de un salto al tren de la fama televisiva en cuanto le dieron la oportunidad. Él era muy conocido en la red, en los círculos 'fashionistas', pero salir de manera diaria en ‘Cámbiame’ disparó su fama. Ya no era solo ‘blogger’, ahora también era famoso al uso. Y, como celebridad que es, no ha podido pasar por alto la oportunidad de ser uno de los VIPS de ‘Bailando con las estrellas’, donde también estará junto a la reina del fitness de la red, Patry Jordán; curtida en mil vídeos de Youtube y tutoriales para Instagram.
Estamos en la época dorada no solo de las series, sino también de los realities. ‘Supervivientes’ pulveriza datos de audiencia cada semana y ahí tenemos a Sergio Carvajal como representación de los influidores cibernéticos. Protegido del ‘Dulceida Squad’, Carvajal ha sido definido por los más vetustos como modelo, aún sin tener muy claro cuál era su profesión. Y es que ser influencer es ser a ratitos modelo, a ratitos líder de opinión y a ratitos hombre anuncio. Imposible de condensar en un currículum al uso. Desde que está en Honduras, su popularidad ha subido como la espuma; ya no solo le siguen milennials, ahora también los padres de estos opinan si pesca mucho, se pelea con Francisco o no colabora en las tareas de la playa. Ha visto cómo apostando por otro nuevo (para él) canal de entretenimiento se multiplicaba su público. Volver a lo tradicional para arrasar.
Para realities y talents los equipos de castings de las productoras ya no solo miran las trayectorias profesionales de quienes participan, de si necesitarán un empujón en sus carreras o si han tenido un pico de fama debido a un reciente escándalo, no, ya no. Ahora también se mira los ‘followers’. Eso hizo que Aless Gibaja entrara en condición de famoso a ‘GH VIP’, haciendo el “hola, bebés” una frase de guerra para todas las edades en casa, desde el abuelo, hasta la nieta de 12 años. Y es justo esa generación la que interesa a la televisión. La que cree estar perdiendo. Esa que gira la cabeza al televisor, y la vuelve hacia el móvil o la pantalla del ordenador.
Y así fue cómo la televisión pasó de menospreciar a los influencers, para después temerles y terminar entendiendo que sin ellos estaban perdidos. Y se aplicaron el viejo dicho de 'si no puedes con tu enemigo, únete a él'.