Renovarse o morir. Por mucho que un reality nos cambie la vida, hay que encontrar siempre el camino propio para conseguir resurgir. Eso es lo que le ha pasado al ex GH VIP Sergio Ayala. Tras un período ligado a la popularidad por su relación con Ivonne Reyes, el modelo ha retomado su carrera, se ha entregado al máximo y lucha por conseguir un nuevo título que incluir en su haber. Y por lo que parece, no va mal encaminado, no...
Llegó a la casa de Guadalix con dos etiquetas: modelo y concejal del PP en Medina del Campo. Como combinación, resultaba llamativa. Pronto sembró la revolución al poner en jaque a su partido, que acabó expulsándole mientras estaba todavía en GH VIP. Tan rápidos para unas cosas, tan lentos para otras. Pero volvamos. Sergio Ayala destacó dentro del reality por su más que incipiente romance con Ivonne Reyes. Se gustaban, se roneaban y sí, cayeron, cayeron.
La diferencia de edad se convirtió en el tema recurrente mientras la pareja mantenía su relación ya fuera de la casa. No duró para siempre -como era de esperar-. Tras unos meses de declaraciones cruzadas, Ayala desapareció del mapa. Lejos de aferrarse a la fama de cualquier modo, regresó a la que había sido su profesión hasta GH VIP y la retomó con fuerzas. Quiso modelar su cuerpo para alzarse con un título de fitness, que no es cosa fácil, y salió victorioso.
Ayala alcanzó el segundo puesto en el certamen Fitness Model Mister Universe, celebrado en Italia, después de haber conquistado la medalla de oro en la competición nacional. Pero con eso no ha tenido suficiente. Ahora, pretende competir para el Mister International Spain representando a la provincia de Guadalajara. Se ha puesto manos a la obra y no piensa parar hasta conseguirlo. Para los que crean que no hay vida al salir de Guadalix.
Poco más sabemos de él. Ayala parece dedicado en cuerpo -nunca mejor dicho- y alma a la competición. Ni amores, al menos públicos -lo de su 'relación' con una de las Mellis se quedó en el aire-, ni reencuentros con la que fue su pareja. Le deseamos mucha suerte aunque, viendo como se las gasta en sus redes sociales, no le hará falta. ¡Menudo cuerpazo!