Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (33 años) ya son marido y mujer. La pareja celebró ayer su boda en El Rincón ante 400 invitados que fueron testigos de un enlace en el que todo se preparó al detalle. Pero también hubo imprevistos. A lo largo del día, ocurrieron algunas cosas que nadie pudo controlar. Uno de los más destacados tuvo lugar durante la ceremonia, momento en el que la ropa de uno de los sacerdotes salió ardiendo.
El incidente de la ceremonia de Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Tal y como cuenta la revista ‘¡Hola!’, durante la emotiva ceremonia de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, hubo un momento de parón debido a este incidente en el que Alejandra Onieva, hermana del novio, tuvo que intervenir. La ceremonia estuvo oficiada por tres sacerdotes. La ropa de uno de ellos, en concreto del padre José Luis, se prendió con una de las velas. Entonces, el atuendo comenzó a arder y Alejandra Onieva fue la que se levantó a apagarlo “a manotazos”. Alejandra, elegantísima de Armani y con joyas de Bulgari, no dudó un instante en convertirse en la 'apagafuegos' –literal– de la boda. Gracias a la rapidez de la hermana de Íñigo, el incidente se quedó ahí y la ceremonia pudo seguir su curso con tranquilidad.
Uno de los sacerdotes ‘cambia’ el nombre a Íñigo Onieva
Otra anécdota que destacan desde la citada revista, es el fallo que cometió uno de los sacerdotes al cambiarle el nombre a Íñigo Onieva. El padre Cruz se equivocó y en lugar de llamar Íñigo al ya marido de Tamara Falcó, se dirigió a él con el nombre de Álvaro. Lejos de tomárselo a mal, los novios y los allí presentes se tomaron con humor este momento en el que no faltaron las carcajadas.
La ceremonia nupcial comenzó con 45 minutos de retraso. ¿El responsable? El director creativo de Carolina Herrera, Wes Gordon, que a última hora seguía revisando el vestido de novia de Tamara Falcó. Wes Gordon había viajado a España con el vestido de manera excepcional para atender los detalles del vestido de la novia y que todo saliera a la perfección. Mientras, los invitados aguantaron estoicamente el retraso y los 30 grados de temperatura gracias a las suave brisa que soplaba esa tarde en los jardines de El Rincón y gracias también al pequeño aperitivo que los novios habían encargado por si sucedía algún imprevisto de última hora.
Los pajes de la boda
Más anécdotas de la boda del año. Como la que protagonizó Mateo, el hijo menor de Ana Boyer y Fernando Verdasco, quien junto a su hermano Miguel –ahijado de Tamara– ejercieron de pajes de la novia. El pequeño Mateo, de dos años y medio, tenía unas enormes ganas de jugar y no encontró otro 'juguete' a mano que las arras que se intercambiarían los novios en la ceremonia.
Alejandro Altaba (21 años), hijo de Chábeli Iglesias y sobrino de Tamara, viajó desde Miami a España junto a su madre y también junto a su novia, a la que presentó a la familia, tal y como relata la citada revista. Pese a su juventud y si la relación de la pareja se consolida, quizá pronto volvamos a tener una boda en la familia Preysler. Alejandro es el nieto mayor de Isabel Preysler y Julio Iglesias, con lo que de celebrarse esa boda se produciría un reencuentro, el de Isabel y Julio, que sin duda pasaría a la historia. Isabel y Julio ya vivieron una situación similar en 1993, precisamente en la boda de Chábeli con Ricardo Bofill, su primer marido, hace ya 30 años, en la que Julio ejerció de orgulloso padrino de boda de su hija.
Muchas emociones y la singular petición de Pablo Motos a Tamara
Más allá de esto, la ceremonia de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva transcurrió con normalidad y con muchísima emoción tanto por parte de los novios como de sus invitados. El propio Íñigo rompió a llorar cuando vio caminar hacia el altar a su futura esposa, del brazo de su padrino, Manuel Falcó. Chábeli, hermana mayor de Tamara, fue de las invitadas que más se emocionó y no pudo evitar las lágrimas en algunos momentos de la ceremonia nupcial.
Tras la ceremonia, se celebró el banquete servido por el chef Eneko Atxa, bajo unas carpas instaladas al efecto en los jardines de El Rincón. Fue por expreso deseo de los novios que, dado el buen tiempo, toda la boda se celebrara en exteriores. La juez de 'MasterChef', Samantha Vallejo-Nágera, bromeó a su llegada asegurando que pensaba puntuar cada uno de los platos. En cuanto al menú, el jefe de Tamara en 'El hormiguero', Pablo Motos, le pidió que, al menos, hubiera un plato que tuviera pollo ya que, según había confesado, era "un poco especialito con las comidas". Tras la cena, la fiesta se prolongó hasta cerca de las seis de la madrugada.