Cada vez son más las influencer y personajes reconocidos que utilizan su exposición pública para lanzar mensajes sobre temas que considera importantes. En esta ocasión ha sido Tamara Gorro (36 años) la que aprovechando la alfombra roja de la segunda edición de los premios Ídolo ha reivindicado algo que es importante para todos, pero que a ella en los últimos años le ha tocado de manera muy personal. Ha aparecido totalmente calva y con la cabeza decorada con flores.
Ha combinado este impactante tocado en la cabeza sin pelo con un traje chaqueta amarillo de pantalón recto y hombreras XXL, unos tacones transparentes con maxi lazo en la parte delantera y como única joya un anillo. Todo esto lo ha combinado con una gran sonrisa y muchas ganas de que el mensaje calase, y es que desde la hija de unos amigos suyos muy cercanos murió por esta enfermedad, y también durante el tiempo que la padeció, ella no ha dejado de luchar por dar visibilidad a la importancia que tiene invertir en investigación para que no haya más niños que pierdan la vida a causa de esta terrible enfermedad. Ha sido ella misma la que minutos después de posar lo explicaba a través de sus redes sociales: 'No nos debería impactar. Demos normalidad a la realidad. EL CÁNCER SE CURA INVESTIGANDO. Hoy os homenajeo y a ver si de esta manera llamando la atención, llega más lejos'', ha declarado.
Los seguidores de Tamara Gorro han sido muy críticos
Sus más de dos millones de seguidores no han podido más que reaccionar y entre ellos la opinión está muy dividida, hay quién aplaude su iniciativa y le agradece que desde su posición y además sin padecer la enfermedad luche de manera tan directamente por la causa, quién considera que esa no era la forma ni ese el lugar y que “tener cáncer va mucho más allá de quedarse calvo”, y quiénes creen que su única intención era convertirse en el centro de atención. Por el momento ella no se ha pronunciado no ante unos ni ante otros, ha lanzado el mensaje y lo ha dejado estar.
Los compañeros que la han visto en la alfombra roja, en general, han aplaudido su look, su idea y su lucha, aunque algunos también han confesado que les ha costado reconocerla, y es que no es para menos. Probablemente a Tamara, la opinión que más le importe sea la de la familia de su ‘princesa’, la niña por la que luchó hasta el final y cuya pérdida ha marcado en su vida un antes y un después, pero sobre todo el principio de una cruzada en la que está dispuesta a apostarlo todo.