¡Se ha abierto la veda! Si hasta ahora habíamos visto imitaciones tan imposibles como Chelo García-Cortés haciendo de Michelle Obama o Lydia Lozano emulando a la gran Cleopatra, la cosa ha ido un pasito más allá. ¿Y si, en lugar de imitar a los grandes personajes de la historia, los colaboradores de Sálvame comienzan a imitarse entre ellos? ¡La revolución está aquí! Y, como no, la ha iniciado Kiko Hernández. Ay, lo que les espera...
Arrancaba una tarde más en el cortijo más famosos de España. Una tarde que, de entrada, parecía otra más, una de esas en las que los temas irán de Alba Carrillo a María José Campanario, pasando por alguna cosa de los Pantoja. Pero, no, nada de eso. Si creíamos que ya lo habíamos visto todo, nos equivocábamos. Sálvame estaba a punto de sufrir un revés, una transformación radical, un innovación destinada a abrir un mundo todavía sin explorar. ¿Exageramos? Bueno, vale, un pelín, pero tampoco tanto.
Ante la atenta mirada de los colaboradores, David Valldeperas daba paso a Kiko Hernández. Pero no era un Kiko cualquiera, no. “Es un Kiko con un toque murciano”, alertaba el presentador. “Hoy va a haber dos Jesús Manuel. El auténtico y el doble”. ¡Efectivamente! Kiko Hernández había dejado los bombazos por un día para transmutarse en el colaborador más aficionado a las jotas de todo Telecinco. Madre mía, la cara de Jesús Manuel cuando vio bajar a su doble por las escaleras...
“Ay, que me parto”, arrancaba Terelu ante la visión de los dos JMs. El verdadero trataba de hacer grandes esfuerzos para sonreír, mientras el falso se lo pasaba pipa provocándole. “Te he traído una caja de las que guarda María José Campanario”, le decía Kiko Manuel al presentador. La verdad es que, físicamente, eran como dos gotas de agua. La barba, el pelo, el estilismo de color rosa, las zapatillas. Todo nos recordaba al JM original.
La cosa, eso sí, fue calentándose poco a poco. Kiko, con el personaje preparadísimo, fue desgranando todos sus recursos. Incluso se había provisto de unos enormes anillos fruto de todas las exclusivas que el falso JM ha ido vendiendo con el tiempo “Este anillo, esto fue de las fotos de Makoke y Kiko Matamoros. Este fue de las fotos de Terelu. ¿Te acuerdas de las fotos de Charly y Lydia? Me compré esté anillo. Todo lo vendí yo”. Terelu iba por los suelos. "Lo vendemos todo, porque somos contadores de historias, ¿verdad?", le interpelaba el falso JM al verdadero.
“No te hace ninguna gracia, ¿no? Está intentando sonreír pero no le hace ninguna gracia”, le decía Valldeperas el verdadero JM. “Es una parodia, no una imitación”. Un ligero matiz que Terelu al trataba de restar importancia, confiando, suponemos, que la sangre no llegaría al río. “Lo que se hace es exagerar. Es lo que da juego al personaje”. Pero a JM no le estaba haciendo ninguna gracia la bromita de marras.
“Yo soy un cachondo con quien quiero serlo”, se defendía Jesús Manuel. “¿Significa que con Kiko no tienes buen rollo?”, preguntaba avispada Terelu. Menos mal que el falso JM fue rápido y se tomó todo a broma. “Desde que sacó los mensajes de Chelo, le hice la cruz y raya a Kiko. Es más, he borrado su número de teléfono. ¡Al spam!”. El pobre JM ya no sabía dónde meterse. Por suerte, es todo un profesional y aguantó el tipo como nadie.
Este viernes por la tarde, Kiko Hernández arrancaba el programa pidiendo disculpas públicamente a JM "si en algún momento llegaste a sentir que te estaba ridiculizando". El copresentador ha asumido su responsabilidad después del aluvión de críticas que ha recibido por su caracterización y ha confesado que no siguió el guión que le había marcado la dirección de 'Sálvame'. Jesús Manuel ha aceptado sus disculpas y ha explicado por qué no le hizo gracia la imitación: "Se lo dije al equipo, que soy el primero en reírme de las bromas, pero no soy una persona que tenga mucha relación con Kiko y me molestó todo lo que dijiste del tema profesional".
¿Qué será lo próximo que veremos? ¿A Mila recreando a Lydia Lozano? ¿A María Patiño imitando a su amiga Gema López? ¿A Chelo sacando músculo para meterse en la piel de Rafa Mora? En Sálvame, todo puede ocurrir. ¡Qué ganas!