Casillas está demostrando ser un buen enfermo. No ha perdido el buen humor y eso que es conocedor de que su carrera deportiva puede quedarse truncada a raíz del infarto de miocardio que sufrió y de que su edad, 37 años, que si bien no es excesiva para un guardameta, sí comienza a ser el preludio de retirada de muchos deportistas de élite.