Fue una de las decisiones más comentadas, y, también, criticadas, en su día. Muchos no entendieron que Sara Carbonero dejara su trabajo al frente de la información deportiva en Telecinco por acompañar a su pareja, Iker Casillas, en su nueva vida en Oporto, pero ella, tras mucho meditar, creyó que era lo mejor para la familia que habían formado. Ahora el portero habla claro, por primera vez, del sacrificio que tuvo que hacer la periodista por él.
Lo ha hecho concediendo una entrevista a Porto Canal, la televisión corporativa de su equipo. Y ahí ha dejado entrever que si hace dos años ella se sacrificó por él, en los próximos años le tocará a él hacerlo por ella, “es algo cíclico”.
Asegura que está feliz porque ve a su mujer feliz en su vida en Oporto, “más tranquila”, asegura. “Ella se siente muy bien aquí en Oporto. Aparcó su carrera porque optó por acompañarme para que yo pudiera continuar disfrutando del fútbol. Entiendo que tuvo que ser una decisión muy difícil”, admite. Sara, a pesar de haberse alejado de la información deportiva, ha continuado con su proyecto online, la tienda de ropa que tiene con dos de sus mejores amigas, Mayra del Pilar e Isabel Jiménez. Además, este verano la vimos conduciendo ‘Quiero Ser’, el programa que busca al próximo ‘influencer’.
“Yo le digo muchas veces que puede retomar su carrera dentro de dos o tres años porque es lo que a ella le gusta hacer. Todo es cíclico. Hoy por mí, mañana por ti”. Así que de aquí a unos años, cuando la trayectoria futbolística de Iker haya llegado a su fin, se podrá centrar en la casa y en estar al cargo de los niños, mientras Sara se marcha cada mañana para ejercer su verdadera pasión: informar.
Es cierto que la carrera en una profesión y en otra es muy diferente. Son pocos los futbolistas que, rondando los 40, continúan en activo, mientras que los periodistas, en esta franja de edad, pueden dar lo mejor de sí mismos. En la pareja de los ‘Carbonillas’ ha primado la fugacidad del trabajo de él. Algo que Casillas valora.
Y sobre lo de marcharse de Oporto y regresar a Madrid, Iker reconoce que, llegado el momento, sentirá pena. “He hecho amigos y le he cogido cariño a Oporto”, su plan pasa por mantener la casa que adquirieron cuando se mudaron en el verano del 2015 y regresar ahí siempre que les apetezca desconectar o, como también señala, “cuando termine mi carrera, vendré como un portuense más”.