No está siendo una semana fácil para Iker Casillas. Durante sus vacaciones en México, el portero tenía que hacer frente a los audios que esta misma semana publicaba El Confidencial y en los que se podía escuchar a Florentino Pérez cargando duramente contra él. No obstante, la expareja de Sara Carbonero ha encontrado el plan perfecto para olvidar esta polémica.
Nada más aterrizar en Madrid directo desde México, Iker Casillas ha puesto rumbo a la casa en la que Sara Carbonero vive junto a sus dos hijos, Lucas y Martín, para poder pasar tiempo con ellos. Tras pasar unos días fuera del país, el futbolista ha querido ver en primer lugar a los más pequeños de la casa, a los que seguro que ha echado mucho de menos.
Desde que se separaron, Sara Carbonero e Iker Casillas han mantenido una muy buena relación por el bien de sus hijos. Así, es muy habitual que el deportista visite la casa en la que vive la periodista con los más pequeños y que los cuatro hagan planes en común. Durante este tiempo, además, los niños se han quedado con su madre, con quien incluso se han ido hasta Oporto.
Todo mientras su padre disfrutaba de un paradisiaco retiro en las aguas del Caribe, concretamente en la Riviera Maya. Unos días en los que el futbolista ha tirado la casa por la ventana y se ha decantado por el lujoso complejo hotelero Trs Yucatan, situado a solo 30 minutos de la famosa Playa del Carmen, con un precio aproximado de 400 euros la noche en régimen de todo incluido.
Un vestido desde el que Iker ha tenido que hacer frente a los audios de Florentino Pérez. “Casillas no es portero para el Real Madrid, qué quieres que te diga. No lo es, no lo ha sido nunca, ha sido el gran fallo que hemos tenido, lo que pasa es que, macho, le adoran, le quieren, hablan con él, yo qué sé, le defienden tanto… Bueno, es una de las grandes estafas, la segunda es Raúl. Las dos grandes estafas del Real Madrid son primero Raúl y segundo Casillas”, aseguraba en septiembre de 2006. Unas palabras a las que el futbolista ya ha contestado vía Instagram: "Respira. Olvidar es vivir”.