Amigos y familiares de Carrie Fisher y su madre Debbie Reynolds se han reunido en la famosa casa de la actriz en Beverly Hills para rendir homeja a las actrices fallecidas. Carrie, famosa por su interpretación de la princesa Leia en Star Wars, murió a los 60 años el 27 de diciembre tras un ataque al corazón y su madre Debbie Reynolds murió un día después a los 84 años por un derrame cerebral. Ambas serán enterradas juntas tras su incineración.
Billie Lourd, la hija de 24 años de Carrie Fisher ha elegido la casa de su madre para reunir a todos sus seres queridos en el salón donde la actriz siempre pasaba felices veladas rodeada de amigos y familiares.
En total asistieron 125 invitados entre los que no faltaron Meg Ryan, Richard Dreyfuss, Candice Bergen, George Lucas y Gwyneth Paltrow. Carrie solía sorprender a sus invitados con un menú legendario: pollo frito, berzas y pan de maiz. Como señaló uno de los invitados: "solo faltan Carrie y Debbie. Debbie estaría sentada en esa esquina y Carrie iría de un lado a otro con su Coca Cola asegurándose de que todos se divierten y diciendo las cosas más graciosas que nunca hubieramos oído".
Como momentazo de la noche, Mery Streep cantó la canción favorita de Carrie Fisher: “Happy Days Are Here Again.” y todo el mundo acabó cantando. Qué bonita despedida.