Hace apenas unos días, Alejandra Rubio (24 años) y Carlo Costanzia (31 años) daban la bienvenida a su primer hijo en común, Carlo. Un nombre cargado de fuerza y tradición que los recién estrenados papás confirmaron al hablar tras dar a luz, una experiencia de la que la joven hablaba con la voz entrecortada para 'Vamos a ver'. Este bebé ha transformado a Terelu Campos (58 años) y Alejandro Rubio (63 años) en abuelos. Cuando se supo la noticia, ambos reaccionaron con resignación y, a la vez, con alegría por su hija. "Si ella está feliz, yo soy feliz", resumió Alejandro, quien no ocultó su decepción porque Alejandra haya decidido traer un bebé al mundo tan pronto. "Es muy joven", afirmó.
Terelu, como buena madre, reaccionó de manera distinta. Llevaba semanas notando que su hija estaba rara –ese olfato de las madres que nunca falla– y se lo hizo saber. Alejandra, muy nerviosa, se lo soltó de sopetón: "Vas a ser abuela". Así lo contó la propia Alejandra en la entrevista en la que anunció su estado de buena esperanza. Ahí Terelu ya lo entendió todo. Según Alejandra, "primero flipó, pero luego se emocionó mucho".
Con estas reacciones queda claro que tanto Terelu como su ex, Alejandro, adoran a su hija en común y, una vez asimilada la noticia, ser abuelos les hace mucha ilusión. Y es que una nueva vida siempre es una bendición. Eso sí, la llegada del pequeño Carlo ha transformado su vínculo. Primero fueron pareja, luego padres y ahora abuelos. Una nueva etapa en su historia.
"A este lo quiero yo como marido de mi hija"
Hemos rebuscado en los archivos para recordar cómo fue la historia de amor que unió a Alejandro Rubio y a Terelu Campos. Se conocieron en 1997 y Terelu, que venía de un matrimonio fracasado, quería casarse y, sobre todo, tener hijos. Alejandro, por su parte, también había estado casado y de ese matrimonio nació Sergio –quien en esa época tenía diez años–, el hermano de Alejandra con el que esta se lleva estupendamente.
Los presentó un amigo en común en Marbella, donde pasaban las vacaciones de verano, y el flechazo fue prácticamente inmediato. Aunque hablando de flechazos, parece que a quien realmente le gustó Alejandro Rubio fue a María Teresa Campos. "A este lo quiero yo como marido de mi hija", dijo la popular presentadora. Terelu reconoció, sin embargo, que a ella también le gustó. "Su forma de hablar, su personalidad, su carácter... y es muy cariñoso y detallista", dijo de él Terelu. Quedaron al día siguiente para ir a los toros y Terelu ya se lo dijo muy clarito: "No te vas a escapar".
Boda en Santander
La hija de Teresa Campos hubiera querido casarse en diciembre de ese mismo año. Pero justo esa temporada, Terelu había arrancado su programa de Telemadrid 'Con T de tarde' por lo que el trabajo le impidió cumplir ese deseo. Otro motivo importante es que Terelu quería casarse por la iglesia. Su primer matrimonio había sido civil, de manera que por su parte no había ningún problema, pero Alejandro sí se había casado por la iglesia.
Finalmente, y dado que la nulidad eclesiástica no era fácil de conseguir, la pareja optó por celebrar un enlace civil. Así postergaron su boda unos meses y el 14 de marzo de 1998 se casaron en Santander, en el increíble marco del Palacio de la Magdalena, en una boda oficiada por el alcalde de la ciudad.
Las lágrimas de Terelu Campos en su boda con Alejandro Rubio
Terelu lució un vestido nupcial diseñado por Hannibal Laguna y Alejandro un clásico chaqué. La hija de María Teresa Campos se emocionó y derramo algunas lágrimas al finalizar la romántica ceremonia, en la que se escucharon unos versos recitados por el actor Paco Valladares –el recordado 'marido televisivo' de María Teresa Campos– con la 'Cantata 147' de Bach sonando de fondo.
Entre los invitados, un buen número de rostros famosos. Por supuesto, María Teresa Campos, madre de la novia, y Carmen Borrego, su hermana. Pero otras invitadas famosas fueron Lara Dibildos, Nuria González, Esperanza Gracia, Rocío Carrasco –entonces aún casada con Antonio David–, o Marián Conde y su marido Juan Valderrama, entre otros.
Terelu recordó en las páginas de Lecturas cómo se sintió en su boda. "Uno de los dias más felices de mi vida. Al despertarme miré por la ventana y estaba jarreando en Santander. Aposté por Santander, porque allí vivía mi tío Manolo, el único hermano de mi padre, que fue mi padrino...Tuve la fortuna de que el alcalde de entonces, Gonzalo Piñeiro, gracias a mi amigo Antonio Bañuelos, me pudiera casar en el Palacio de la Magdalena. ¡Menudo privilegio para mí! A pesar de la lluvia, salió el sol cuando me vestí de novia y no volvió a llover en todo el día. Disfrutamos de una boda maravillosa".
Terelu no conseguía quedarse embarazada
Tras la boda, Terelu y Alejandro vivieron tiempos muy felices, y el máximo deseo de la presentadora era ser mamá, pero no lo tuvo fácil. "Me costó quedarme embarazada. ¡Qué suplicio! Pensé que nunca me iba a pasar. Afortunadamente, lo conseguimos y tuvimos a Alejandra".
Alejandra Rubio nació el 24 de marzo de 2000 y su nacimiento fue motivo de alegría para toda la familia. Terelu contó que la primera sonrisa de la bebé fue para su hermano Sergio, inmensamente feliz por haberse convertido en hermano mayor. María Teresa Campos bebía los vientos por su nieta menor y, siempre que podía, la sacaba en televisión.
La poca paciencia de Terelu
Como en todas las parejas, y más si los dos tienen un fuerte carácter, es normal que sucedan roces. Pronto comenzaron a surgir rumores de crisis matrimonial y, finalmente, en un comunicado hicieron saber que se separaban. Era el año 2003. Así lo explicaba la propia Terelu: "En nuestra casa no habían broncas. No había mala educación. Porque mi hija era una bebé, tenía dos añitos. Así que cuando comenzamos a hablar sobre nuestra separación fue un proceso lento. Lo hablamos en junio y Alejandro no se fue de la casa hasta febrero del año siguiente".
Con los años, Terelu ha reflexionado y cree que, quizá, se precipitó al separarse de Alejandro. "Ninguno de los dos somos perfectos. Los dos contribuimos a que nuestro matrimonio no funcionara. He pensado, y él lo sabe, que si yo hubiera tenido un poco más de paciencia... En la vida tomamos decisiones y hay que aprender a vivir con ellas. En aquel momento creí que separarme era lo mejor, pero con lo que sé hoy de cómo son las relaciones, probablemente, no fue lo más acertado", dijo Terelu en Lecturas.
Juntos en los momentos difíciles
Hay que reconocerle a Terelu que, pese a tener su carácter, sabe llevarse muy bien con sus ex. Salvo con uno, Pipi Estrada, del no quiere saber nada. Por cierto, Pipi fue su siguiente romance tras romper con Alejandro. Nada que ver con la buena relación que mantiene con el padre de su hija. En los momentos más difíciles de la vida de ella, Alejandro ha estado ahí, y viceversa. Cuando Alejandro la ha necesitado, como cuando falleció Beatriz, su tercera esposa, Terelu ha estado a la altura.
"Cuando la vida me dio mi primer gran revés, Alejandro estuvo ahí. Cuando él perdió a su madre, allí estaba yo. Cuando a su pareja la vida la golpeó como a mí, yo estuve ahí, porque él me pidió. Cuando la vida me volvió a dar un revés, ahí estuvo él", recordó Terelu.
En efecto, Alejandro ha estado apoyando a Terelu cuando le diagnosticaron cáncer y cuando a María Teresa Campos le dio el ictus. Pero no solo han estado juntos en momentos difíciles, sino también en momentos felices. María Teresa Campos nunca ocultó su cariño por Alejandro y este le correspondía de igual manera.
Alejandra también los reunió en muchas ocasiones, como cuando debutó sobre la pasarela de la mano de Ágatha Ruiz de la Prada. Allí en el 'front row' estuvio sentada María Teresa Campos junto a Terelu y Alejandro Rubio.
Así, no es extraño que Alejandro Rubio estuviera muy cerca de Terelu y de su hija Alejandra durante la enfermedad y el fallecimiento de la que fue su suegra, María Teresa Campos. Su apoyo ha sido muy importante para Terelu y para Alejandra, quienes sufrieron un durísimo golpe con la muerte de María Teresa.
De hecho, es tanto el cariño que se profesan ambas familias que Terelu le dedicó unas cariñosas palabras a la muerte del padre de Alejandro, al que adoraba. "Perder a mi suegro fue un ‘shock’, porque yo lo quería muchísimo. Le gustaba mucho bailar con mi madre y el bingo. Siempre ha tenido mi admiración como suegro y como profesional. Creó con su esfuerzo su empresa, que, actualmente, el padre de mi hija cuida con mucha dedicación y cariño", comentó Terelu.
Ahora, el nacimiento del primer hijo de Alejandra ha vuelto a unir a Alejandro y Terelu para descubrirse desde una nueva prisma, la de abuelos. Una etapa que fortalecerá aún más el vínculo entre padres e hija y que seguirá manteniéndolos juntos de por vida.