El legado de los González Gregorio y Medina Sidonia ha sido fuente de conflicto desde hace 15 años. Los tres hijos del matrimonio entre el conde de Niebla, Leoncio González de Gregorio Martí, fallecido en febrero de 2008, y la duquesa de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, fallecida en marzo de 2008 y más conocida como la Duquesa Roja, llevan años litigando por la herencia de su madre, después de que esta los repudiara y pusiera todo el patrimonio de la Casa de Medina Sidonia a nombre de una fundación que preside su viuda, Liliane Dahlmann.
Ahora, además, a Leoncio hijo, Pilar y Gabriel, la justicia les ha otorgado una nueva hermana, Rosario Bermudo, de 70 años, hija del padre –que no de la Duquesa Roja–, que a partir de ahora podrá llevar los apellidos González de Gregorio y, no solo eso, sino también reclamar su parte de la herencia, que podría oscilar entre 1 y 3 millones de euros.
Su ADN coincide con el de su padre en un 99,99%
Rosario Bermudo tiene 70 años, creció en Écija (Sevilla) y es la hija mayor del conde de Niebla. La mujer nació de una relación de juventud de Leoncio y una mujer del servicio que trabajaba todos los veranos para la familia. Para determinar su filiación, se pidió una prueba de paternidad para lo que hubo que exhumar los restos de Leoncio. La prueba dio un 99,99% de coincidencia en el ADN, por lo que la justicia no ha dudado en darle la razón a Rosario. No es Rosario la única hija extramatrimonial de Leoncio, ya que existe otro hijo, Javier, que logró ser reconocido por su padre gracias a sus hermanos Leoncio y Pilar, que lo apoyaron y se hicieron las pruebas de ADN.
Rosario es una mujer humilde que, de niña, creció con el sueño de tener un bañador para poderse bañar en el río de su pueblo junto a los otros niños y niñas y, así, no tener que ponerse el harapo que le colocaba su abuela para que no se bañara desnuda. Rosario habló con La Razón sobre la historia de amor de su madre y su padre. "Se enamoró perdidamente de mi padre, casi un niño, a pesar de que parecía un hombretón. Él era hijo de terratenientes y ella su criada, pero no fue una relación de abuso". Era, eso sí, una relación desigual que, como es fácil suponer, no tenía ningún futuro. "Cuando la familia supo que estaba embarazada, la despidieron y viajó a Madrid a limpiar escaleras", explicó Rosario.
Es mileurista y tiene un marido dependiente
El joven Leoncio se casó con la duquesa de Medina Sidonia, heredera de un importantísimo patrimonio histórico y documental –solo el archivo de Medina Sidonia está valorado en 28 millones de euros– y se calcula que el valor de su legado ascendería a unos 60 millones de euros.
Por su parte, la madre de Rosario –que, al parecer, es el vivo retrato de la madre de Leoncio– se casó y tuvo seis hijos más. Vivían con grandes penurias. "Como hacía falta dinero, nos mudamos todos a Madrid a una jaula de pocos metros, sin agua. Pasamos mucha fatiga. Yo me hacía cargo de mis hermanos menores al tiempo que trabajaba en una fábrica de embutidos. Era una vida muy pobre, con muchas necesidades. Desde pequeña conocí la identidad de mi padre y fui creciendo con la ilusión de abrazarle y la esperanza de que un día vendría a buscarme", explicó Rosario a La Razón.
Actualmente, vive en un modesto piso de Torrejón de Ardoz, es mileurista y tiene a su marido enfermo. Rosario es madre de tres hijos. ¿Su objetivo? Por el momento, ha solicitado que la justicia nombre un administrador de la herencia para que se le pague lo que le corresponde y evitar irregularidades al tener que hacer las cuentas de nuevo. En principio, la hijastra de la Duquesa Roja no tendría derecho a la herencia de esta, ya que Leoncio y Luisa Isabel se casaron en separación de bienes, pero en el caso de que hubiera algunos bienes en gananciales, la herencia de Rosario podría ascender a los 5 millones de euros.
La enrevesada herencia de la Duquesa Roja
Los tres hijos habidos en el matrimonio de Leoncio y Luisa Isabel llevan, como ya hemos dicho, 15 años de batalla judicial. Luisa Isabel Álvarez de Toledo, desde luego, no les puso las cosas fáciles.
Tras ser madre de sus tres vástagos, la Duquesa Roja pensó que ya había cumplido con el rol femenino que se esperaba de ella –tener descendencia– y optó por vivir en libertad bajo sus ideas y siguiendo sus sentimientos. Se separó de Leoncio y se manifestó abiertamente antifranquista y lesbiana, lo que en época de Franco supuso un auténtico escándalo. Pasó por la cárcel, se exilió y repudió a sus hijos, a los que dejó fuera de la herencia poniendo todo el legado de la Casa de Medina Sidonia a nombre de una fundación que preside su novia, Liliane Dahlmann, actualmente duquesa viuda de Medina Sidonia, ya que se casó con ella cuatro horas antes de morir y en 'articulo mortis'.
Enfrentados a la mujer de su madre
Desde entonces, Leoncio, Pilar y Gabriel viven en un eterno pleito contra la que fue novia –y esposa durante cuatro horas– de su madre, Liliane Dahlmann, a la que había conocido precisamente en la boda de su hijo Leoncio.
En el palacio de Medina Sidonia, situado en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), donde vivió la Duquesa Roja hasta su muerte –allí reposan también sus cenizas–, residen en una tensa convivencia el primogénito de Luisa Isabel, Leoncio, y Lilianne.
También los hermanos han estado enfrentados entre sí por la cuestión del reparto de títulos. Los más importantes, por el momento, han quedado de la siguiente manera. Leoncio es conde de Niebla, heredado de su padre, y actual duque de Medina Sidonia, por parte de madre, además de los marquesados de Vélez y de Villafranca del Bierzo. Su hermana Pilar es duquesa de Fernandina y Gabriel, el menor, es duque de Montalto de Aragón.
En el pleito que les ha enfrentado a Liliane Dahlmann, la justicia les ha dado la razón a los hijos de la Duquesa Roja, tal y como informó la periodista Consuelo Font "al considerar perjudicada la parte legítima de su herencia por la donación de 56 millones de euros que su madre realizó a la fundación. La justicia les dio la razón, obligando a recortar dicha cantidad y abonar su parte a los herederos en metálico, pero posteriormente, para evitar disgregar el legado, lo sustituyó por cuotas de titularidad". El pasado marzo, los hermanos aún estaban esperando que se ejecutara la herencia.
"Usaba calzoncillos como ropa interior"
Nacida en Estoril el 21 de agosto de 1936, Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura procede de una de las familias aristocráticas más antiguas de nuestro país. En familia era conocida, simplemente, como Isabel, pero para el gran público fue 'la duquesa roja' por sus ideales democráticos, su antifranquismo y su activismo social.
En 1967 fue detenida por la Guardia Civil por participar en una manifestación a favor de los agricultores que fueron víctimas de las bombas de Palomares. Fue procesada y condenada por ello, por lo que pasó ocho meses en la prisión de Alcalá de Henares. También se manifestó a favor de la revolución cubana. Después, se exilió en París y no regresó a España hasta que pudo acogerse a la ley de amnistía de 1977. En Francia también fue detenida por darle un puñetazo a un policía.
"Era una mujer muy colérica, si la contradecías sacaba un genio tremendo y hasta mala educación. Su peor faceta fue repudiar a sus hijos, probablemente porque eran espejo viviente de una sexualidad femenina que ella aborrecía tanto, que dicen que usaba calzoncillos como ropa interior. Quedaron tan marcados que Gabriel, el menor, recuerda a su madre como la reencarnación de Lucifer", declaraciones que Consuelo Font pone en boca de un noble allegado a la familia.
Historiadora y escritora con varios libros en su haber, dedicó su vida al archivo de Medina Sidonia. En 2007 le fue concedida la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura murió de cáncer de pulmón el 7 de marzo de 2008, apenas unos días después de que muriera su exmarido, Leoncio González de Gregorio que había fallecido el 23 de febrero de ese mismo año.