La tarde del miércoles 13 era una de las más importantes para Terelu Campos. La colaboradora presentaba su primer libro, ‘Frente al espejo’, escrito a cuatro manos con el que un día fue compañero sentimental y ahora se ha convertido en compañero vital, Kike Calleja. Pocos quisieron decepcionar a la malagueña en este acto de presentación, que congregó numerosas caras conocidas, desde compañeros de ‘Sálvame’, pasando por la propia familia de Terelu, con María Teresa a la cabeza, o amigos de toda la vida. Todos estaban muy orgullosos de que la colaboradora hubiese dado el paso a escribir un libro tan personal en el que se relatan, entre otros asuntos cómo se enfrentó a su enfermedad o lo complicado que fue encarar la muerte de su padre cuando solo era una adolescente. Pero si hubo alguien orgulloso de ella, esa fue la hija de la protagonista del acto, Alejandra Rubio.
Alejandra se ha convertido a lo largo de sus 17 años de vida en el pilar en el que se estructua su madre. En torno a ella y a su bienestar Terelu ha construido una vida en la que la joven es protagonista única. La entrega es recíproca. Son incontables las veces que Rubio presume de madre con sus amigas o en las redes sociales, donde tanto se deja ver. Ayer, cómo no, su Instagram ardió dedicándole pequeños gestos de cariño y de orgullo.
La joven, que nació en 2000, estuvo acompañada por su padre, Alejandro, con el que mantiene un estrechísimo vínculo Terelu. De hecho, los dos posaron juntos en el photocall derrochando buen rollo y amistad. Pero para buen rollo, el que se trajeron los otros protagonistas de la noche: María Teresa y Bigote, en la que ha sido su reaparición oficial juntos desde que Edmundo regresó de ‘Supervivientes’ y ella sufrió un ictus del que aún se recupera. Abrazados, sin parar de sonreírse y destilando amor. Solo bastaba écharles un rápido vistazo para comprobar que lo suyo más que amor es frenesí. No pueden estar más entregados a lo suyo.