Mario Vaquerizo no podía contener las lágrimas. Pero es que su mujer, Alaska, bastante más fría y menos expresiva, tampoco podía. Tenían delante suyo a Dora, hija de Bimba Bosé, a la que han visto crecer y que anoche debutaba sobre el escenario dedicándole una canción a David Delfín, que es un tío para ella. El público vibraba con la sensibilidad y la dulzura de esa niña, que había heredado los portentosos rasgos de su madre.
El programa de anoche de ‘Levántate All Star’ acabó con las existencias de pañuelos de papel del país. El que más el que menos soltó alguna lagrimilla al ver a los participantes interpretar algunos de los temas que marcaron sus vidas. En el caso de Bimba y Silvia Superstar fue ‘No hay manera’, de Los Ronaldos. Esta canción de Coque Malla puso a todo el público el vello de punta y también a los que nos encontrábamos desde casa disfrutando del programa. La complicidad entre madre e hija era total, y la letra de la canción cobraba especial sentido cuando sabíamos a quién iba dedicada.
Tanto Bimba como David se encuentran plantando cara al cáncer. Al diseñador malagueño le detectaron este año tres tumores en la cabeza, y Bimba Bosé sigue en tratamiento del cáncer que le fue diagnosticado hace dos, del que tiene metástasis en huesos, hígado y cerebro, tal y como ella reveló a Lecturas. “Me apoyo en mi pareja, que es el que está mano a mano conmigo, y en mis hijos, porque son los más cercanos”, reveló. Anoche, ella y su descendiente mayor brillaron sobre el escenario y Dora, a sus 12 años, demostró que el talento Bosé (y Postigo, no nos olvidemos de su padre, Diego) la envuelve entera. Por no hablar de eso que los franceses llaman ‘charm’, pero que nosotros preferimos bautizar como magia. Y la suya es arrebatadora.