Hace varios meses que los médicos comunicaron a Pau Donés que había llegado el final. El cáncer que padecía desde 2015 era incurable y le quedaba poco de vida. Entonces, el líder de Jarabe de Palo decidió dos cosas: dejar de medicarse y grabar un último disco. Un sueño al que se ha dedicado de cuerpo y alma para que Tragas o escupes viera la luz el pasado 26 de mayo. Un trabajo que el músico logró ver publicado antes de fallecer este partes 9 de junio a los 52 años de edad.
Además de terminar esta bonita despedida pública, Pau Donés tuvo el tiempo de dejar arreglada su herencia antes de marcharse para siempre. El pasado mes de marzo, el intérprete decidió cambiar la configuración de la discografía Tronco Records, la cual fundó a finales de los 90 y de la que era accionista y administrador único, para dejar de tener el control total. El intérprete nombró entonces administrador solidario a su hermano Marc, quien velará por los intereses de sus herederos.
El líder de Jarabe de Palo también suscribió una ampliación de capital de 300.000 euros antes de la pandemia, tal y como recoge Vanitatis. Junto a su hermano Marc administraba otra empresa, Casa Alena Bichos y Verduras SL, dedicada a la compraventa de bienes inmobiliarios.
El cantante también tenía a su nombre varias propiedades: en el pueblo de su padre, Montanuy; en el Valle de Arán; y en el céntrico Paseo de Gracia de Barcelona. Unas viviendas que previsiblemente pasarán a estar a nombre de su hija Sara cuando esta cumpla los 18 años. Eso sí, la segunda de ellas la puso a la venta por 2.300.000 euros cuando volvió hace unos meses de Santa Mónica, a donde se mudó para pasar el último año de su vida componiendo. Donés la había comprado en el año 2000 para reformarla de arriba a abajo y convertirla en su refugio.
Aunque sin dudas, el verdadero legado que Pau Donés ha dejado no solo a sus herederos, sino a todo el país son sus canciones y su filosofía de vida. Unas ganas de disfrutar que demostró, una vez más, en su último single: Eso que tú me das. Rodeado de sus músicos, el intérprete dijo adiós cantando, tal y como llevaba haciendo desde hace más de tres décadas.