Han llegado a su tope. Anoche, con mucho sentido del humor, pero a modo de protesta, los colaboradores del debate de 'GH VIP', con Kiko Matamoros y Nagore Robles a la cabeza, abandonaban el plató bajo el lema de "Esto es imposible". Dicho mal y pronto, están hasta el moño de Aída Nizar. La exconcursante, que va loca de ser repescada para volver a entrar a la casa de Guadalix, no calla ni bajo del agua. Cada vez que alguien toma la palabra, un 'ruidillo' suena de fondo o entre palabras: es Aída rebatiendo antes de que nadie pueda articular un razonamiento con sentido.
¡Pobre Aída! Ella solo quiere decir "cosas para abrir los ojos a la gente", que no quiere ver, según su opinión, por qué es la pieza más importante de la maquinaria de 'GH VIP'. Superados por su verborrea y su egolatría (que es muy divertida, para qué negarlo), los colaboradores han abandonado la bancada que ocupan durante el programa, entre el aburrimiento y el ataque de nervios.
Sandra Barneda no ha perdido ni las formas ni el humor ni la paciencia con ella, y siguiendo la broma iniciada por los "expertos" ha invitado a Aída a ocupar el banco que ha quedado libre. Y os podemos asegurar que la exconcursante y su ego lo han llenado de sobras. La presentadora se ha dirigido a ella, casi pidiendo clemencia por su 'galipandria': "A ver, Aída, yo estoy tratando de llevarlo desde el humor, porque hoy estoy febril. Estoy griposa. Pero el hecho de que los colaboradores hayan abandonado el plató con humor no implica que no haya una realidad. Pido por favor que dejes hablar". Casi le ha faltado decirle: "No te cebes hoy, tía, que estoy que no puedo con mi alma".
Cómo no, Aída tenía algo que decirle también, pero para "empatizar", no os vayáis a creer que siempre está desquiciando a las personas con las que trabaja... "Sandra, yo casi me parto una costilla. Ahora mismo tengo una inflamación en mi espalda de la que eres consciente, así que puedo empatizar contigo. A mí me duele un dolor y a ti te duele otro, pero entiendo que quieran su minuto de gloria", decía con la arrogancia de siempre y haciendo referencia al incidente que vivía poco antes de empezar la emisión del debate, que hasta ha provocado que se le rompiera el tacón de los zapatos.
"Te he pedido que no interrumpas", le decía ya más seriamente Sandra. "Por alusiones o por no alusiones, aquí hay mucha gente que quiere hablar. Si veo que interrumpes y molestas a colaboradores tendré que obligarte a que abandones el plató", pronunciaba tajante la presentadora.
La sangre no ha llegado al río y los colaboradores han vuelto a ocupar su puesto, emplazando a Aída de nuevo a su lugar, junto a su gran aliado Toño Sanchís.