Harry y Meghan homenajean, por su parte, a Isabel II

El rostro de Harry de Inglaterra, llegando al castillo de Balmoral, reflejaba su profunda pena y decepción. Decepción por no haber podido llegar a tiempo para despedirse de su abuela.Isabel II fallecía en la tarde de ayer en la residencia vacacional en la que tan feliz fue. Lo hacía rodeada de sus seres queridos que la arropaban en sus últimas horas con vida. Sus hijos estaban a su lado, así como algunos de sus nietos; por ejemplo Guillermo, que será nombrado Príncipe de Gales heredando el título que hasta ahora ostentaba su padre. Pero ni rastro de Harry, quien llegó una vez la noticia del fallecimiento fue hecha pública. Quizás por ese motivo, tanto él como su mujer, Meghan Markle, quisieron tener su propio gesto con la soberana que más años reinó en el Reino Unido.

Ayer por la tarde, nada más anunciar la muerte de Isabel II, la web de la fundación que presiden Harry y Meghan se ponía de luto. Era la manera que tenían estos de rendir tributo a la monarca, y lo hacían de una manera solemne; escogiendo una leyenda concisa, “a la querida memoria de la Reina Isabel II, 1926-2022”, se leía en letras blancas escritas sobre fondo negro. Nada más. Ni imágenes de la soberana, ni más aspavientos. Todo de lo más sobrio y en perfecta sintonía al estilo al que nos tienen acostumbrados los Duques de Sussex.

El sobrio homenaje que Meghan y Harry han dedicado a Isabel II

Ha querido el destino que el fallecimiento de Isabel II haya coincidido cuando su nieto Harry estaba de viaje en Europa. Desde que se produjo el ‘megexit’, la mudanza del nieto de la reina y de su mujer Meghan Markle a Estados Unidos, el matrimonio vive completamente alejado de sus antiguas competencias como parte de la familia real. La pareja viajó el pasado fin de semana a Londres, por motivos laborales. La ex actriz participa en la ceremonia de apertura de la One Young World Manchester Summit, y también viajaban hasta Alemania para presentar una nueva edición de los Juegos Invictus.

El empeoramiento de la salud de Isabel II cogió por sorpresa al matrimonio y Harry no dudó en viajar hasta el lado de su familia en un momento tan delicado. Desgraciadamente, no pudo despedirse de su abuela. Y llegó al castillo de Balmoral una vez esta hubo fallecida. Se dice que la abrupta salida de Enrique y su mujer de los ‘royals’ fue uno de los últimos grandes disgustos en la vida de Isabel II, quien no ha podido apenas conocer a los dos bisnietos que los Sussex le dieron, Archie y Lilibeth, que lleva por nombre el apodo cariñoso con el que todos llamaban a la soberana de pequeña. Otro gesto más que demuestra lo importante que era ella para su nieto.