Horas frenéticas alrededor de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Ayer todo era felicidad, la hija de Isabel Preysler y su novio estaban en una nube de la que no querían bajarse después de anunciar su compromiso... Pero lo han hecho de golpe. Y toda la culpa la ha tenido un vídeo que se ha filtrado y difundido masivamente, protagonizado por el empresario. Unas imágenes nada inocuas pues es la prueba que podría poner en peligro su próximo 'sí, quiero'. En ellas, aparece Íñigo Onieva en el festival Burning Man besándose con otra mujer que no es Tamara Falcó. El vídeo más inoportuno en estos momentos pues amenaza, sin duda, la felicidad de la pareja.
Prácticamente de manera inmendiata, la familia y allegados de Tamara Falcó e Íñigo Onieva han corrido a intentar frenar el desastre transmitiendo una historia que se antoja rocambolesca donde no faltan hackers ni filtraciones de contenido comprometedor. Según su versión, Íñigo Onieva habría sido víctima de la acción de unos delincuentes cibernéticos que habrían conseguido superar el sistema de seguridad de su móvil. Tras acceder a su álbum de fotos y vídeos, habrían liberado el contenido a través de su estado de WhatsApp, filtrándose las imágenes que habrían sido grabadas en 2019, y no hace una semana como se ha contado. El vídeo se ha viralizado ensombreciendo la felicidad de la hija de Isabel Preysler y el empresario.
Así es. El vídeo es real y todo lo que se aprecia en él, sucedió. Sin embargo, el prometido de Tamara Falcó no le estaría siendo infiel con otra mujer. Tal como ha aclarado la familia de los novios, Íñigo lleva en el vídeo la misma ropa que, casualmente, ha vestido también en la última edición del festival Burning Man. La pareja, que anunciaba este jueves que se casan en 2023 con una romántica imagen en la que Tamara Falcó presume de anillazo de compromiso, lleva dos años saliendo juntos, por lo que el pasional beso se habría producido antes de empezar su relación.