Guti (46 años), el que durante 15 temporadas fuera jugador del Real Madrid, está de actualidad y no es precisamente por sus logros deportivos, si no por su vida personal. Concretamente por la complicada relación que mantiene con su hija mayor, Zaira, fruto de su matrimonio con Arantxa de Benito, de la que lleva más de trece años separado. Pese a que la joven a excusado la ausencia de su padre en el bautizo de su hijo el pasado sábado 30 de septiembre alegando que todo está bien, que él tenía que trabajar, y que días antes habían estado merendando juntos, lo cierto es que el hecho de que el abuelo del bebé no se haya organizado para poder estar junto a los suyos ese día tan especial, y tampoco haya acudido su mujer, Romina Belluscio, ha generado muchas suspicacias.
Aitor, el hermano de Zaira y también hijo del exfutbolista, ha respaldado la versión de su hermana, y solo ha sido su madre, que es la que siempre se ha mostrado tan crítica con el papel como padre del madridista, la que sin querer entrar en detalles se ha mostrado más clara: "cada uno es libre de hacer lo que quiere, cuando quiere y como quiere y con quien quiere. ¡La polémica está en la que hagáis vosotros! Nosotros ninguna. José no está y ya está. Zayra está feliz, su papá también, el bebé también y todos también". Sin embargo, la joven mamá quiso a través de las redes terminar de zanjar la polémica con una imagen de su padre y su mujer junto a sus hermanos pequeños con el bebé en brazos y un cariñoso mensaje que respondió con más cariño aún por Romina, que le aseguraba que “esta semana nos comemos a besos a ese bebote”. Parece que atrás queda esa supuesta mala relación que se instaló entre ellos durante un tiempo y los ‘desprecios’ que según Arantxa de Benito hacía la argentina a sus hijos. Un hacha de guerra enterrada que seguro hace que todos vivan más tranquilos.
Sobre todo, el exfutbolista y la argentina, pues lejos de esa tensión que pudiera existir en un momento dado con los hijos de él, viven una vida idílica y llena de lujos, o al menos eso transmiten. Teniendo en cuenta que hace tres años que él no trabaja como entrenador, que es a lo que se dedicó tras retirarse de la primera línea del fútbol, ¿Cómo pueden mantener ese nivel? Pues porque desde hace años sus inversiones han sido muy acertadas y si nada se tuerce, le han resuelto el futuro. Tenemos todos los datos.
Guti ha invertido en diferentes negocios a lo largo de los años, pero la empresa en la que ha terminado centralizando su actividad y que más dividendos le ha supuesto, es JAZ 14 SL, una sociedad cuyo nombre responde a las iniciales de sus hijos mayores, José Aitor y Zaira, y que se dio de alta en el 2000, cuando aún no había roto su primer matrimonio, de hecho, Arantxa llegó a formar parte del órgano administrativo, aunque ya hace años que quedó al margen. Esta empresa se dedica al alquiler de bienes inmobiliarios a cuenta propia, a la asesoría deportiva, a labores de representación y a explotación de patentes y marcas. No siempre fue así, con el paso de los años, y al liquidar otras entidades, se fueron añadiendo actividades a esta.
En sus comienzos se dedicaba solo a la promoción inmobiliaria, y en realidad es precisamente eso lo que más ceros suma al final de cada ejercicio, pues desde hace veinte años el jugador ha ido adquiriendo propiedades, sobre todo en zonas nobles de Madrid, como el barrio de Salamanca, que después rentabiliza a través del alquiler, ya sean viviendas o locales comerciales. En el último año fiscal que se puede consultar, 2021, se facturó medio millón de euros, y la empresa estaba valorada en su totalidad en casi 12 millones. No hay duda, en el terreno económico pueden vivir tranquilos.
Pero es que además su patrimonio no queda ahí, pues la casa en la que viven en la exclusiva urbanización de La Finca en Pozuelo de Alarcón también es un activo a tener muy en cuenta. Se trata de un impresionante chalet de mil metros dividido en dos plantas sobre una parcela de siete mil al que no le falta ningún detalle, modernidad absoluta, piscina, gimnasio, garaje, zona de juegos, zona de servicio… absolutamente todo. Y eso, sumado a otra vivienda unifamiliar en Las Rozas y varios pisos en Ibiza, completan un panorama que deja en absoluta evidencia que la familia al completo puede vivir tranquila, no les va a faltar de nada.