Los ánimos dentro de la casa de GH DÚO están más caldeados que nunca y no precisamente tienen que ver con los arrumacos, caricias y besos entre Antonio Tejado y María Jesús Ruiz, sino con el triángulo Kiko Rivera, Ylenia e Irene Rosales. A Ylenia no le gusta la forma de concursar del hijo de la tonadillera y a la pareja que lo cuente a bombo y platillo. A la hora de jugar, todos sacan sus mejores cartas.
“Estoy hasta aquí del drama Panjota, vamos, como media España. Es lo que dije el otro día, está contenido. Y cuando te contienes así pasa o que pasa.”, sentencia Ylenia en el confesionario antes de romperse. “Siempre igual y yo lo tengo que aguantar y yo sí que no puedo, de verdad.
“Y yo completamente sola porque me dicen que me tranquilice. ¿Tú puedes hablar de mis problemas y yo no te puedo decir eso? No lo veo justo de verdad”, dijo entre lágrimas y con mucha impotencia.
Estas declaraciones han llegado a oídos de Irene y de Kiko Rivera y no han tenido reparos en decir lo que opinaban, sobre todo Irene, que se ha mostrado muy dura con la ex Gandía Shore. “Está echando en cara a una persona que ha pasado una enfermedad muy mala, que eso me lo he tragado yo con dos niñas y cero euros”, le decía Irene a sus compañeros, rota de dolor, en la cocina. “Eso no. Pero yo no tengo la necesidad de convivir con una persona que me echa en cara eso”, continuó.
Abandonar el concurso también es una de las ideas de Kiko Rivera si Ylenia sigue arremetiendo contra él. “Estoy planteándome no estar aquí”, dijo. Muy dolido, continuó: “aunque a mí me pueda importar una real mierda esa señora, si se le puede llamar señora, a mí me toca mi corazón que se me ataque con una enfermedad que ha pasado muchísimo”.
Para Ylenia, entrar en un concurso en el estado de Kiko no es una buena decisión. “Si tú realmente tienes ese problema, lo que haces realmente es apartarte de todo lo que te lleva. Quien ha dejado de hacer bolos y de ganar miles de euros he sido yo. Te puedes buscar otro trabajo, que lo tienes muy fácil con los apellidos que tienes. Entonces me parece un estafa a España, para dar ejemplo de qué”, se preguntaba.
Irene, sin saberlo, le estaba respondiendo desde el salón. “Que yo no he entrado aquí ni para coger más fama ni para llevarme el maletín. Solo lo hacemos por nuestras hijas para empezar de cero y que lo que empecemos a cobrar sea para empezar de nuevo”.