La boda de María Patiño y Ricardo Rodríguez, su pareja durante los últimos doce años, fue como un cuento de hadas para la popular periodista y presentadora de 'Socialité'. Como ella misma ha confesado en su programa, "hicimos la boda que quisimos", esto es, en la playa, junto al mar, descalzos sobre la arena... todo muy romántico, porque así es María, una enamorada del amor.
Seguramente, a María y a Ricardo les hubiera gustado estar ese día tan especial rodeada de los suyos, pero hay deseos que no siempre pueden hacerse realidad. De hecho, hubo dos grandes ausencias en esta boda, la de los padres de María, fallecidos con pocos años de diferencia. María, muy emocionada, tuvo palabras muy emotivas al recordarlos. "No tenía a mis padres, pero la ausencia significa que te los puedes llevar contigo a donde quieras. Es mejor tenerlos vivos, claro, pero yo me sentí muy acompañada", confesó María dos días después de su boda.
Primero perdió a su madre, en 2014, una muerte inesperada para toda la familia que dejó a la periodista muy tocada. "Mi madre era una persona muy fuerte, muy enérgica, no tenía ningún problema de salud. Su muerte me impactó". Se enteró de su fallecimiento por teléfono. "Tenía siete llamadas perdidas en mi móvil y eran las seis de la mañana. Cuando vi el teléfono de mi padre, me imaginé cualquier cosa", recordó hace un tiempo.
En 2017 murió su padre, tras una larga enfermedad. "Mi padre me dio una lección de vida tan alucinante, desde la no queja, desde la naturalidad. Aprendí a ir con él a la quimioterapia, a ver circunstancias que al principio te asustan. Yo a mi padre le empecé a ver hasta coqueto. Sonreía, daba clases de canto y a mí eso me hacía sentir muy culpable cuando me quejo de mi día a día".
María los echa mucho de menos, por eso los lleva consigo allá donde va. Hasta ha confesado que no se pone según qué ropa que sabe que a su madre no le gustaría y eso es porque para ella siguen presentes en su día a día.