El gran negocio de Rocío Carrasco

Los ingresos obtenidos gracias a su boda con Fidel han servido para sanear sus cuentas y poder financiar la dura ofensiva judicial contra Antonio David Flores

La guerra judicial de Rocío Carrasco (40) contra Antonio David Flores (41) es una de las afrentas judiciales más cruentas del panorama. La hija de Rocío Jurado lleva 17 años litigando contra el padre de sus hijos por vía civil y estos últimos meses también se ha acogido al camino penal. Ha interpuesto dos querellas contra él, una por alzamiento de bienes y otra por maltrato psicológico continuado. Va a por todas, y eso que Rocío tiene serios problemas de liquidez para hacer frente al pago de las cuantiosas costas de sus representantes legales. Pagar a los abogados no debe de ser tarea fácil con la falta de efectivo que asola sus cuentas. Nada le importa, está empeñada en hacer valer el peso de la ley cueste lo que cueste. Hemos podido saber que después de su boda, celebrada el 7 de septiembre de 2016 tras 16 años de noviazgo, la economía de Rocío y Fidel ha reverdecido visiblemente tras la sequía monetaria que preocupa, y mucho, a sus asesores.

Esta redacción ha tenido acceso en exclusiva a la cuenta de resultados que Yamaguchi Producciones Artísticas SL acaba de presentar. Según el balance que hemos consultado, la sociedad limitada, cuyo administrador único es su marido, Fidel Albiac, facturó en 2016 470.000 euros frente a los 91.677, 21 euros que declaró en 2015 como cifra de negocios. Es decir, 378.322,79 euros más.

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