¡Menudo dispositivo ha obligado Rocío Flores a montar en el plató de 'El programa de AR' en su esperado regreso! La hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores reaparecía ante las cámaras de televisión tras pasar por quirófano y someterse a una lipoescultura. Una intervención que la ha dejado muy dolorida pero, que a pesar de todo, ha vuelto a los platós para dar la cara sobre las polémicas que la salpican. Ha sido una intervención bastante decepcionante para el tema central al que se enfrentaba: el testimonio explosivo de Laura Gutiérrez, amante de su novio Manuel Bedmar, que ha contado en Lecturas todos los detalles de su infidelidad. Quizás, porque tenía muy claro que iba a intentar por todos los medios esquivar esta cuestión y dar una respuesta que la comprometiera, ha puesto una condición al equipo de Ana Rosa para responder a todas las preguntas... surrealista. Y es que ella misma se ha delatado en la gran contradicción que ha escenificado.
De pie. Solemne, con tono afectado, midiendo el dramatismo y creyéndose que tiene absoluto control sobre todo. Rocío Flores reaparecía ante sus compañeros de El Club Social y la audiencia frente a un atril, como si se tratara de un Secretario de Estado o el mismísimo presidente ante la rueda de prensa de sus vidas, con el futuro de un país en sus manos. Rocío Flores respondía sin dar respuestas concretas, pero dejando claro lo dolorida que estaba de una intervención de la que todavía se estaba recuperando y el postoperatorio estaba siendo muy doloroso. "Estoy mucho mejor. No me puedo sentar, aparte de llevar el cuerpo entero fajado, llevo una tabla, no puedo sentarme, tengo que estar tumbada o de pie", decía, remarcando el gran sacrificio que estaba haciendo, tema del que claramente SÍ quería hablar.
Sin embargo, ella misma se había delatado en la gran mentira, la gran ficción que estaba representando. Y lo hacía desde sus redes sociales. Horas antes de su regreso a Ana Rosa, Rocío Flores compartía un story desde el AVE que la llevaba de Málaga a Madrid informando a sus seguidores que volvía a la tele. ¡Y lo hacía sentada! Se trata de un trayecto cuya duración ronda las dos horas y media, un tiempo que sobrepasa enormemente la brevísima intervención que ha protagonizado en El Club Social, que apenas se ha alargado media hora, muy poco para toda la 'plancha' que tenía. Si bien en el tren puedes ir alternando la postura e ir levantándote si lo necesitas, muchos se preguntarán a qué ha venido toda la parafernalia en directo y, ¿harán algún tipo de comentario sus compañeros por esta condición que ha demostrado que era bastante accesoria?