Si algo ha aprendido Antonio David Flores en la guerra judicial que mantiene desde hace décadas con su exmujer, Rocío Carrasco, es a usar las herramientas legales que tiene a su alcance para contrarrestar la fuerte presión de las demandas con las que ha pretendido ahogarle. Ahora, que tenía cinco días para depositar los 80.000 euros que le reclama la hija de la más grande y que devienen del juicio que tiene pendiente sobre insolvencia punible, que a su vez viene del presunto impago de pensión alimenticia a su ex, Antonio David ha quemado su último cartucho con el que deja la piedra sobre su tejado.
Tal como ha contado, Paloma García Pelayo en 'El programa de AR', el padre de Rocío Flores "no habría depositado los 80.000 euros que le insta el juez", por lo que el magistrado habría dictado un requerimiento "de cumplimiento obligatorio" por el que instaría a Antonio David a presentar "un listado de bienes o en su defecto de los ingresos posibles" que sirva de indicador para "decretar el embargo pertinente que cubra esa cantidad".
Pero los representantes legales de Antonio David se han movido de nuevo rápido y, tal como ha añadido Pepe del Real en el mismo programa, han pedido un aplazamiento para cumplir con esta petición y para hacer y presentar una relación del dinero que Rocío Carrasco adeudaría, pues "nunca ha pagado las cosas de los proceso que ha ido perdiendo" ante su exmarido. El periodista también ha señalado que la hija de la más grande "adeuda muchísimo dinero" y que este nuevo cálculo serviría para poner sobre la mesa de qué cantidad se está hablando y, así, descontarla de los 80.000 euros que le reclama supuestamente porque es lo que le debe en dietas.
Cabe recordar que Antonio David se declaró insolvente en 2005, y la insistencia de Rocío Carrasco de reclamar esos 80.000 euros a Antonio David se remonta a su participación en 'Gran Hermano VIP 6' y, posteriormente a su estreno como colaborador en 'Sálvame' y su rol de defensor de su hija en los debates de 'Supervivientes'. Los representantes legales de Rociíto han actuado todo este tiempo para demostrar un cambio en su situación económica, produciendo "un cuello de botella" con el que "ahogar" al tertuliano en una guerra judicial de desgaste. El último episodio de la misma deja la situación prácticamente en tablas y con su final en un horizonte todavía muy lejano.