Había sido siempre ‘la niña’. Así la llamaban. Llevaba ya casi tres años casada con Antonio David y había nacido Ro, que tenía dos añitos, pero Rocío Carrasco seguía siendo ‘la niña’ en casa de ‘la más grande’. Era la niña de Rocío Jurado, el ojito derecho de mamá cuando llegaron ellos. “Rocío mostró su disconformidad ante la llegada de José Fernando y Gloria Camila. Aludía a la falta de tiempo para cuidar a esos niños, teniendo en cuenta la agenda profesional que su madre y Ortega Cano tenían”, contaba hace un tiempo Antonio David en Lecturas. Recordaba aquellos años en los que Rocío Carrasco tuvo que asumir que iba a compartir el amor de su madre con sus nuevos dos hermanos. “Nunca vio a José Fernando y a Gloria como hermanos”, asegura Antonio David.
Hoy, a punto de cumplir 40 años, Rocío ve como es Gloria Camila, aquella niña que llegó un día a su vida y al corazón de la Jurado, la que la niega como hermana. “Para mí, Rocío no significa nada. No creo que sea buena madre… Yo solo tengo dos hermanos”.
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