'GH VIP7': Rocío Flores, así ha evolucionado desde su primera vez en televisión

Ha pasado de la timidez a ser una fiera defensora de su padre en plató

La gran protagonista de 'GH VIP7' no está entre las cuatro paredes de la casa de Guadalix sino fuera. Rocío Flores, la hija de Antonio David –actual concursante del reality– y Rocío Carrasco es quien más titulares está acaparando. Y no solo porque su decisión de ser la defensora en los platós de su padre haya devuelto a la palestra el conflicto que desde hace años la mantiene distanciada de su madre, sino porque su desenvoltura y buen hacer ante las cámaras ha sorprendido a todo el mundo.

La Rocío que vemos cada semana en plató es locuaz, directa y no se achanta ante nadie. Ni siquiera ante Sofía Suescun, profesional de los realities sin pelos en la lengua ni filtro de ningún tipo, a la que noqueó el primer día. Si no hubiera sido por Rocío, jamás habríamos sabido de la existencia del pijama de Gloria Camila, más famoso ya que el pijama de Belén Esteban en su edición, y ya es decir.

La nieta de Rocío desembarcó en televisión arrasando. Primero porque nadie la esperaba y segundo porque con las palabras que dedicó a su padre, cuando este ya estaba en la casa, emocionó a toda a una audiencia que estaba deseando conocer más a la joven.

Su seguridad ante la cámara no tiene nada que ver con la primera vez que la vimos en un plató. Fue en 2017. Su tía Gloria Camila volvía a España tras su expulsión de 'Supervivientes' y allí estaba Ro, aunque en aquél momomento se quedó entre bambalinas mientras se desarrollaba el programa. Aun así, la joven no pudo evitar correr hacia su tía cuando esta entró en plató. Jorge Javier no dejó escapar la ocasión y consiguió que, por primera vez, la nieta de Rocío Jurado hablara en un plató. Ro se mostraba tímida, contestaba con monosílabos y se la veía ciertamente incómoda.

Jorge fue la primera persona que entrevistó a Rocío y también fue quien le dio el empujoncito para que cogiera seguridad en plató. En su blog de esta semana escribe: "[La primera vez] Entró al plató temblando y se fue más temblando todavía. El miércoles no estaba mucho mejor. Nada más verme me confesó su nerviosismo para, acto seguido, empezar a llorar de una manera casi incontrolada. Para rebajar la tensión, le dije que no se preocupara, que a mí ya me venía bien que estuviera todo el rato llorando. Que no hacía falta que hablara: con que llorara, ya era suficiente. ¡La audiencia se dispararía! Sonrió y empezó a relajarse.

Y en plató se convirtió en una verdadera revelación. Nos encontramos con una chica muy educada, con las ideas muy claras. Sabe hasta dónde quiere llegar y en qué berenjenales no meterse".

No volvió a repetirse. A Ro la hemos visto en el balcón de Chipiona en la Semana Santa, en varios eventos en homenaje a su abuela, paseando por Málaga siempre con su hermano, David, su hermana pequeña, su padre y Olga, que desde hace años es la única figura materna que tiene. Pero huye de las cámaras.

Tal y como publicó Lecturas hace unos meses, Ro estuvo en negociaciones hasta el último momento para participar en la última edición de 'Supervivientes'. Pero Isabel Pantoja y su contrato millonario se interpusieron. La cadena no podía afrontar el caché que la joven pedía. El momento aun no había llegado para ella.

La soltura de Ro ante las cámaras no es desconocida para aquellos que la siguen en las redes sociales, donde conversa con sus seguidores y desde las que desarrolla su trabajo como 'coach' nutricional. Instagram ha sido su banco de pruebas para desarrollar una personalidad fuerte y carismática que ahora le ha servido para cumplir su misión más importante: ayudar a que su padre gane 'GH VIP7'.