Inseparables, esa podría ser la definición perfecta para resumir la noche que la audiencia le regaló a Adara y Gianmarco. Aunque la velada no empezaba como ella hubiera soñado, poco a poco y gracias a las explicaciones pertinentes, el italiano se fue fundiendo a las miradas cómplices de la joven quien según le confesó a sus compañeras parece tener muy claro quien es el dueño de sus sentimientos. 

Fue ella misma quien deseó públicamente poder pasar la noche con su compañero y sus deseos fueron órdenes y con más de un 70% de los votos, Gianmarco entró en la casa. La primera toma de contacto fue algo fría por parte del italiano y ella lo notó. "¿Qué te pasa?", insistía Adara, una pregunta que el joven no tardó en responder y le comentó todo lo mal que lo había pasado y lo confundido que estaba por los bandazos de la joven: "Un día Hugo, otro día Gianmarco... me vas a volver loco", sentenciaba.