Ya lo dijo en la casa, Antonio David se cohibía en ocasiones para no 'darle' ni problemas ni enfrentamientos a su hija Rocío Flores en plató en su papel de defensora. Pero no solo por este motivo Antonio David se dejaba ver en la casa cabizbajo y bloqueado.
En el exguardia civil hubo un claro antes y después desde la visita de su hija Rocío, una semana antes de su expulsión del concurso, que terminó de mostrar en la última gala donde, más seguro de sí mismo, se enfrentó a todas las preguntas y a sus adversarios con fuerzas renovadas.
Antonio David ha aprovechado su entrevista en el debate de Gran Hermano para aclarar el verdadero motivo de su cambio de actitud, y va mucho más allá de su hija. "Entre al concurso porque en esta ocasión no podía decir que no, pero yo sabía que iba a ser una decepción para la gente. Y quiero pedir perdón a quien esperaba otro Antonio David en la tele, no era yo", ha empezado diciendo.
El ex de Rocío Carrasco le ha dicho a Jordi González que siente la responsabilidad de explicarlo por esas personas que pueden pensar "que no ha estado a la altura". "Estaba demasiado medicado, muy bloqueado y no he estado a la altura de las circunstancias", ha dicho Antonio David, que ha revelado que para él todo cambió tras la visita de su hija a la casa. "Tras hablar con mi hija y ver sus ojos y saber que fuera todo estaba bien fui a hablar con la psiquiatra y la psicóloga y pedí que me quitaran medicación, y ese es mi antes y después. No lo estaba haciendo bien", ha explicado.
Jordi González le ha recordado que no tiene por qué dar explicaciones sobre su salud y aspectos tan íntimos si no quiere, pero aquí Antonio David Flores ha sido muy contundente: "Siento que tengo que hacerlo".