Como cada miércoles, Carlota Corredera subía a la casa de Gran Hermano para conocer en primera persona el estado de los nominados. Antonio David Flores cree que su nominación ha llegado en "muy mal momento", y es que todavía no se puede perdonar haber subido a Noemí a la palestra. Si finalmente fuese ella quien abandonase el concurso: "Sería un desastre para mí, no me lo perdonaría en la vida", decía pero no se lo plantea y es que el ex Guardia Civil está casi seguro de que el expulsado de este jueves es él: "Estoy a las puertas de marcharme de la casa".
Antonio ha justificado de una vez y por todas esa actitud dentro de la casa y es que dista mucho de lo que se conocía de él fuera de la casa: "Yo no soy un seguidor de Gran Hermano. Llevo mucho tiempo sin ver televisión. Para entrar aquí debería haber conocido el formato para saber como se llevan las tramas. Ese ha sido mi primer error".
Pero no se ha quedado ahí y ha reconocido que la inestabilidad de su vida real por las continuas idas y venidas a los juzgados no le ayudaron a comenzar el concurso con ánimo e ilusión: "Mis últimos años no han sido fáciles y he entrado débil".
Finalmente, ha hecho referencia a la preocupación que no ha borrado de su cabeza a lo largo de estos dos meses: su hija Rocío. "Lo que me preocupa es que mi hija esté en plató. Los abucheos del público me desestabilizan y no creo que mi hija lo deba estar pasando bien. Mi mayor preocupación siempre ha sido ella", sentenciaba a la vez que dejaba claro que aunque es consciente de que Hugo Castejón es un concursante que necesita el programa él no está preparado para salir :"No se si estoy preparado para salir porque no se lo que me voy a encontrar".
El desenlace lo conoceremos esta misma noche y se hará evidente si Antonio David cuenta o no con el apoyo del público.