Kiko Rivera entró con una premisa a 'GH DÚO': se iba a abrir en canal y lo iba a dar todo. El concurso era la posibilidad para quitarse esa espinita que tenía con el reality tras un intento fallido. Ha disfrutado de cada minuto y se ha entregado tanto que al final le ha costado la salud, tal y como ha confesado en directo en la última gala.