Gervasio Deferr ha sido el protagonista de ‘Lo de Évole’ este domingo. Un programa en el que el atleta, ganador de dos oros olímpicos y una plata, ha hecho un repaso a toda su carrera y ha hablado, por primera vez, sobre el infierno que vivió tras su retirada del deporte profesional. Jordi Évole le fue a visitar al gimnasio que se convirtió en su segunda casa durante décadas y que hoy es el lugar en el que trabaja con el objetivo de convertir a los más pequeños en atletas profesionales.
El catalán ha recordado como el momento de su retirada tras los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 fue un momento de inflexión en su vida. Gervasio Deferr tocó fondo cayendo en el alcohol, las drogas. "Por fin podía hacer lo que quería. Fumo, salgo, bebo y pierdo el tiempo. Me quedo tres años en Madrid pensando si me retiro o no. Cada día estoy desde las 15:00 en bares con amigos y con vida social (...) Hubo un momento que me di cuenta que llevaba seis años bebiendo todos los días. Era autodestructivo totalmente, sabía que eso me podía matar e iba de cabeza. Varios momentos he pensado ‘igual mañana no me levanto’ y me daba igual", contaba.
Gervasio Deferr se sinceraba como nunca antes sobre el infierno de su vida: "Había mañanas que me despertaba con sangre y no sabía si me había peleado". Rompió con su pareja y se alejó de toda su familia, tanto que su madre sufrió un infarto y él no acudió a su lado: "Yo no podía estar ahí, estaba ciego". Esta vida de excesos también le llevó a hacer frente a dificultades económicas y esa falta de dinero le empujó a participar en el programa 'Splash'. “¿Cómo puede ser que yo tenga tres medallas olímpicas y me queden 15 años de hipoteca?”, se cuestionaba.
Fue entonces cuando el atleta olímpico pidió ayuda a Alejandro Blanco, el presidente del COE. En 2017, Gervasio permaneció en un centro de desintoxicación durante 10 meses.
Afortunadamente, todo eso ya es cosa del pasado y el deportista español está curado y centrado de nuevo en el deporte con el objetivo de enseñar el deporte que tantas alegrías le ha dado: "Soñaba desde los 15 años con abrir un gimnasio. Elegí La Mina (Barcelona) porque vengo de una familia sin recursos y a través del deporte mi vida cambió".