Poco a poco Georgina Rodríguez va recuperando la normalidad tras el nacimiento de su hija Bella Esmeralda y la triste pérdida de su mellizo, un duro varapalo que la novia de Cristiano Ronaldo está afrontando con el apoyo incondicional de su familia y sus amigos más íntimos.
Después de disfrutar de unos días de desconexión en aguas de Portugal junto a Cristiano, Georgina Rodríguez ha vuelto a su casa en Manchester y se ha refugiado en una de sus grandes pasiones, el deporte. La joven, de 28 años, ha reaparecido en redes sociales con una imagen desde el gimnasio. Rodeada de maquinaria, la de Jaca posa ante el espejo con un look deportivo de leggins y top completamente rosa y faja post-parto en el que deja entrever que está muy recuperada tras dar a luz hace justo un mes.
La imagen venía acompañada de dos emojis cargados de significado, una estrella y un corazón rosa que no sería de extrañar que hicieran referencia a sus mellizos. Su gesto serio, refleja que a pesar de la ilusión por tener en brazos a Esmeralda y estar rodeada del resto de sus hijos, su felicidad lamentablemente no es plena. "Ser madre es el amor más grande, fuerte, puro e incondicional del universo. Una conexión única. Un motivo para luchar con más ganas y una motivación suprema", confesaba hace unos meses a Glamour antes de sufrir el varapalo más duro con la pérdida de su bebé.
Como buena amante de la vida sana, el deporte siempre ha sido una medicina para Georgina y esta vez no iba a ser menos. Además, lejos de separarlos Cristiano y su chica se han unido más si cabe ante la adversidad y justos luchan por recuperar esa felicidad y alegría que siempre les ha caracterizado.