Este miércoles se cumple una semana de la portada de Lecturas que consiguió hacer temblar los cimientos de la casa real danesa. Al mismo tiempo que los reyes Felipe y Letizia ponían fin a su viaje de Estado en Copenhague, veía la luz un reportaje en el que el príncipe Federico (55 años) disfrutaba de una velada muy distendida con Genoveva Casanova (47 años). Una amistad completamente desconocida para el gran público que no tardaba en dar la vuelta al mundo.
Mientras que la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo optaba por negar cualquier relación sentimental con el príncipe heredero, desde la Casa Real danesa emitían un comunicado en el que se mantenían en la posición de "no comentar ni confirmar cualquier detalle relacionado con asuntos privados". Documento que no hizo más que avivar el escándalo.
La forma en la que se ha afrontado la polémica por parte de Federico y Genoveva ha sido muy diferente. Mientras que el príncipe heredero ha seguido con su actividad habitual como si nada pasara, la mexicana se alejaba del foco mediático sin ser vista. De hecho, según 'Espejo Público', ambos habrían llegado a un acuerdo de "mantener silencio" para no alimentar la que ya se ha convertido en la historia del invierno.
Genoveva Casanova huye de Madrid antes de la portada bomba de Lecturas
Consciente de que la publicación inminente de las imágenes, Genoveva Casanova abandonó Madrid antes de que la portada de Lecturas viera la luz. Así, cuando la prensa se agolpó a las puertas de su casa en el exclusivo Barrio de las Letras para conseguir su primera imagen, ella ya no estaba.
Tal y como ha contado ¡Hola!, la mexicana puso rumbo a San Sebastián en su propio coche en la mañana del martes 7 de noviembre y acompañada por sus inseparables perros. Lo hizo un día antes de cumplir 47 años y con el objetivo de mantenerse en un perfil bajo cuando la portada se hiciera pública. Genoveva se instalaba en el palacio de Arbaizenea, propiedad de Cayetano Martínez de Irujo. Allí se ha refugiado del tsunami mediático y ha disfrutado de unos días de calma y desconexión.
Federico de Dinamarca reaparece muy feliz junto a su mujer, Mary Donaldson
A diferencia de Genoveva Casanova, Federico de Dinamarca ha seguido con su rutina con absoluta normalidad. La publicación de las imágenes pillaron al príncipe heredero en medio de un acto institucional con los reyes de España en Copenhague, momento en el que se empezaron a ver los primeros gestos de disgusto entre Federico y Mary.
El contraataque de la casa real danesa fue dar más peso al príncipe heredero. De hecho, solo un día después se publicó un vídeo en el que Federico presumía en primer plano de su alianza de casado, gesto que siguió de un posado familiar con Mary Donaldson como gran protagonista. La australiana no quiso faltar a la jura de la Constitución de su hijo Christian y no dudó en posar al lado de su marido con una gran sonrisa.
Sin embargo, tal y como publica Lecturas en primicia, esta historia ha afectado (y mucho) a Federico. Y no solo en lo relativo a su relación matrimonial sino a su papel institucional. "Ya se estaba preparando la abdicación de la reina Margarita para que él asuma el trono, pero todo esto lo ha parado (...) Con este escándalo no lo pueden hacer rey inmediatamente como tenían previsto", revelaba Luis Pliego en 'TardeAR'.
Esta no es la primera vez que Margarita de Dinamarca tiene que tomar cartas en el asunto y silenciar los malos pasos de su hijo mayor, un heredero al trono cuya popularidad se ha puesto en entredicho en los últimos días tras su cita privada con Genoveva Casanova.