Gema López, sincera sobre la 'otra cara' de 'Sálvame': "He pagado el castigo por decir no"

La colaboradora televisiva, Gema López, ha expuesto con claridad los límites que ha puesto al programa para que el trabaja y las consecuencias que ha tenido

Actualizado a 27 de mayo de 2021, 11:25

Sus opiniones y análisis son de los más valorados tanto por sus compañeros como por la audiencia. Gema López es sinónimo de rigor, de ser un interesante equibrio entre la información y dar espectáculo. Por ello, y por ser una tertuliana consecuente que habla claro, se ha ganado un puesto privilegiado entre los "sagrados" del programa. Al menos, es la sensación de algunos de sus compañeros, como ha expuesto Jesús Manuel Ruiz. Gema López ha reconocido que el rol que juega en un programa tan singular como 'Sálvame' lo ha conseguido con los límites que ha puesto. Esta decisión ha tenido tanto ventajas como inconvenientes, la 'otra cara' de 'Sálvame' que pocos conocen. “Decir no, tiene un precio y he pagado el castigo”, ha llegado a admitir.

Juego en 'Sálvame'

'Sálvame' planteaba a sus colaboradores uno de sus juegos favoritos: un invitado relacionado con uno de ellos venía a plató a contar sus 'trapos sucios'. La ruleta rusa se activaba desde el minuto cero: ¿quién era el tertuliano? La situación les ha llevado al debate de quién tenía más números y, por extensión, quién seguro no estaba entre los 'desafortunados'.

¿Intocable?

Algunos se han apropiado de las palabras de Jesús Manuel, que ponía la mano en el fuego a que su compañera Gema López no sería, pues la considera dentro del grupo de "los sagrados del programa". Su afirmación ha dado pie a que la periodista reflexione y hable claro del precio que ha tenido que pagar por poner límites al programa donde trabaja.

"El límite lo pongo yo"

Es un espectáculo ver llorar a Lydia Lozano o desquiciar a Anabel Pantoja. Una situación en la que no parece que verá la audiencia a Gema López, que ha explicado por qué. "Esto es cuestión de lo que a mí me merezca la pena o no", empezaba, "el límite lo pongo yo y el día que a mí no me compense, de manera voluntaria, diré que no me compensa llegar hasta ahí, y a partir de aquí no quiero seguir".

"He pagado por decir NO"

Responsable de sus actos y sus decisiones, continuaba ahondando en lo que ha supuesto para ella esta postura a nivel profesional, poniendo sobre la mesa los "castigos" que ha tenido que sufrir por ello. "Yo sé cuál es mi límite y creo que siempre lo he marcado. Sé las cosas por las que no pasaría y he pagado por decir no", ha confesado. Y ha ido más lejos: "Decir no tiene un precio y decir no a según que cosas, tiene un castigo y yo lo he pagado".

Un alarde de sinceridad

En un gesto de madurez, y dejando claro que nunca ha habido engaño, ha admitido también que ese 'pago' lo ha asumido "consecuentemente": "Yo sé que he tenido mis castigos, los he admitido y los entiendo".