‘Sálvame’ ha cambiado la vida de muchos y muchas. Modificó la manera de entender la televisión, y apostó por una nueva manera de hacer información. Quienes daban las noticias, pasaban a ser los nuevos protagonistas de las mismas. Y eso no gustó a todos los colaboradores. Gema López (52 años), una de las periodistas más celosas de su intimidad del espacio que llega a su fin, asegura que “no echará de menos nada” ; y esto especialmente.
La llegada de Gema López a ‘Sálvame’
Cuando Gema López aterrizó en ‘Sálvame’ lo hizo prácticamente a la vez que Chelo García Cortés y María Patiño. Las tres venían de Antena 3, y ahí las cosas se hacían de un modo muy diferente. “La cadena triste”, la llamaría Jorge Javier Vázquez. Pero cuando dieron el salto a la locura de ‘Sálvame’, las tres periodistas debieron reajustar su manera, no solo de trabajar, sino también de mostrarse a la audiencia. En la corrala-show no valía llegar con un volquete de informaciones e ir lanzándolas; no, ‘Sálvame’ era otra cosa distinta. Había que exponerse, mojarse. Dar tu opinión. La audiencia quería conocer qué opinaba ese corrillo de colaboradores de personalidades magnéticas, que acabaron convirtiéndose en los y las protagonistas de las noticias. Una programa podía girar entorno a un solo colaborador, cuya vida se convertía en un tema apasionante del que hablar. Definitivamente, Gema no había aprendido esto en la carrera de Periodismo.
“En estos doce años claro que me ha cambiado la vida. He ganado madurez, y ‘Sálvame’ me ha dado mucha proyección mediática”. Reconoce que la tarde que fue presentada por un Jorge Javier escoltado por Mila Ximénez, aterrizó con nervios. Su gesto era serio, quizás por enfrentarse a algo completamente nuevo, quizás porque como ha dicho a ‘Sálvame’; los bandos ya estaban muy definido. Existía el Eje del mal, Belén Esteban que se movía en todos los terrenos, Rosa Benito, Lydia Lozano que iban más por libres… Ellas eran las nuevas en un lugar donde las normas estaban claras. ¿Se sabrían adaptar a ellas?
Gema López, la colaboradora de ‘Sálvame’ más blindada
Lo logró y no solo eso, sino que marcó sus propias leyes. “Sigo siendo muy celosa de mi intimidad, esos límites no se han saltado”. Desde el primer momento quiso mantener un perfil bajo y no exponerse, aunque su vida privada sumara titulares. La separación del padre de su hija la colocó en el objetivo de la prensa, pero ella dejó claro que no quería hablar absolutamente nada al respeto. Y la cúpula de ‘Sálvame’ la respetó. Ahí no entrarían. Y nunca lo hicieron.
Pensó que siendo fiel a ella misma y a lo que deseaba para ella, era la única manera en la que podría aguantar en un programa psicológicamente tan intenso como lo es ‘Sálvame’; y no se equivocó. Puso límites a lo que no le gustaba y abrazó aquello que le encantaba; y así fue cómo Gema López le sacó verdadero provecho a la experiencia. “Si no hubiera estado aquí, no habría aprendido a hacer esta clase de televisión… pero tendría más anonimato”. La contrapartida.
Lo peor de ‘Sálvame’ para Gema López
“Ha sido complicado de llevar porque soy muy de guardar lo mío”, revela. No entendía el interés que podía despertar y a eso nunca se acostumbró. “Sigo siendo muy celosa de mi intimidad y, por ahora, esos límites no se han saltado”.
La nueva vida de Gema López fuera de ‘Sálvame’
“No voy a echar de menos nada, creo que con la escuela que teníamos antes y la que hemos aprendido vendrán cosas buenas y cosas nuevas, estoy segura”, dice confiada, sabiendo que tras estos doce años en ‘Sálvame’ solo pueden venir cosas inmejorables. De momento, no tiene otros proyectos en televisión. Su nombre no se ha deslizado como uno de los posibles trasvases a Antena 3, su cadena durante años. Tampoco parece que se cuente con ella para ese programa de viajes en el que participarán los rostros de ‘Sálvame’ para una plataforma de pago. Pero Gema López, confiada, sabe que vendrán cosas.
Además de su trabajo en la televisión, Gema ha montado un negocio paralelo dedicado a una sus grandes pasiones, la moda. López es la propietaria de una firma de ropa, después de que la audiencia se volviera loca con cada look que sacaba en el programa. Ahora sus referencias bohemias encuentran salida creativa a través de esta tienda que abrió sus puertas hace un par de años.