Gabriela Arrocet, expulsada definitivamente de 'Supervivientes 2023' tras sufrir una incómoda dolencia

Gabriela Arrocet ha resultado la segunda expulsada definitiva de 'Supervivientes 2023' después de pasar unos días muy difíciles por un incómodo contratiempo

Helena Arriaza
Helena Arriaza

Redactora digital de Lecturas

Gabriela Arrocet

Gabriela Arrocet junto a sus compañeros en 'Supervivientes 2023'.

Telecinco

La del domingo es noche de expulsión definitiva en ‘Supervivientes 2023’. Aunque es los jueves cuando Jorge Javier comunica a los concursantes quién es el nominado que ha elegido el público para decir adiós a la Palapa, esta persona no se va del todo. En ese momento, el expulsado pone rumbo a Playa de los Olvidados para convivir unos días con compañeros que ya han resultado eliminados y el domingo el público elige al eliminado definitivo. Y esta vez ha sido Gabriela Arrocet (50 años) la que se ha convertido en la segunda eliminada del concurso.

Gabriela Arrocet fue expulsada por la audiencia el pasado jueves, y esto implicó que tenía que batirse con Artùr Dainese y Jaime Nava para abandonar definitivamente ‘Supervivientes 2023’. Ayer por la noche, la hija de Bigote Arrocet vio cómo su concurso llegaba a su fin mientras que sus dos compañeros continúan la aventura una semana más. Cuando escuchó que el presentador Ion Aramendi dijo su nombre, lejos de venirse abajo, se lo tomó con deportividad. De hecho, se alegró mucho por sus compañeros y dijo que “son los mejores, unos valientes, unos guerreros”: Además, contó que estos días se le estaban haciendo un poco cuesta arriba por una dolencia de lo más incómoda.

La dolencia de Gabriela Arrocet en 'Supervivientes 2023'

Gabriela Arrocet, durante los días que estuvo en Playa de los Olvidados, vio cómo sus oídos le jugaron una mala pasada. “Estoy enferma de los oídos, este lugar es un infiernillo, el viento no para, yo no puedo estar con los oídos al descubierto, lo he pasado muy mal”, comentó sobre cómo el concurso le estaba resultando de lo más complicado debido a esto. Una confesión que terminó con una reflexión muy dura: “Yo no sabía lo que era, nadie sabe hasta que viene y esta playa es lo más duro que hay”. Así que de alguna forma, Gabriela ha sentido cierto alivio por poder regresar a España.