Jefes de Estado, Reyes, presidentes de Gobierno y centenares de altos cargos se encuentran en Roma para despedir al papa Francisco. Un funeral de Estado que ha hecho que la capital italiana esté completamente blindada. Hasta allí se han trasladado en las últimas horas hasta 200 delegaciones y se espera la asistencia de miles de personas alrededor de la plaza de San Pedro. Es un momento para la historia.