Todas las personas que le conocían coincidían en los mismo: era un huracán de vitalidad y energía. Álex Casademunt, como contaba su hermano Joan, "se hacía querer" y ha dejado un vacío tan profundo como imposible de llenar. Este jueves 4 de marzo, el exconcursante de 'Operación Triunfo 1', que fallecía en un accidente de tráfico a los 39 años, ha sido despedido por todos sus familiares, amigos y seres queridos. Entre ellos, las mujeres más importantes de la vida de Álex Casademunt: su pareja Judit Puig, y Laia, su exnovia y madre de su hija Bruna.
Han coincidido en el tanatorio de Mataró, donde ha sido trasladado esta tarde el cuerpo de Álex Casademunt. El papel de ambas en la vida del artista ha sido muy significativa y el gesto de dolor en sus rostros son la manifestación de la tristeza insondable de tener que continuar la vida ya sin él. Álex compartía vida y proyectos profesionales con Judit. Era feliz a su lado, afrontando retos juntos y el exconcursante de 'OT 1' se sentía orgulloso de la buena sintonía que tenía con su hija Bruna. Con Judit se ha truncado uno de las aventuras empresariales que estaba a punto de ver la luz. Tal como contaba Kike Calleja, un día después de su fatídico accidente, la pareja firmaba los papeles de su nueva empresa de calcetines.
En los años que su vida estuvo ligada a la de Laia, Álex Casademunt vivió la experiencia de la que más orgulloso estaba: su papel de padre de Bruna. En los últimos años, estaba volcado en verla crecer y, gracias a ella, redescubría la belleza del mundo a través de sus ojos curiosos de niña de tres años. Ella ha heredado su preciosa e inolvidable mirada.