Hace muy pocos días que Bosco Blach Martínez-Bordiú entraba en 'Supervivientes All Stars' con la gran ilusión de volver a alzarse con el triunfo de reality. El sobrino de Pocholo debe enfrentarse a Olga Moreno, Jorge Pérez, Adara Molinero, Sofía Suescun y algunos otros pesos pesados de otras ediciones, pero lo que nadie conocía hasta ahora es que pocas días antes de comenzar la aventura hondureña ha tenido que enfrentarse a un duro revés familiar.
Muy celosa de su intimidad, su madre Clotilde es sin duda uno de sus mayores apoyos, pero hace muy pocas semanas que ha recibido una mala noticia. Y es que según cuenta 'El Diario de Segovia', la madre del superviviente ha aceptado dos años de cárcel por haber empleado irregularmente y haber explotado laboralmente a cuatro trabajadores en una finca de su propiedad en Muñopedro, pueblo de la provincia castellanoleonesa.
Tal y como cuenta el citado medio, Clotilde admitió los hechos en el juicio celebrado el pasado 4 de junio en la Audiencia Provincial de Segovia, donde también se sentó en el banquillo de los acusados como cómplice el alcalde de la misma localidad, José Antonio Velasco Bravo, para quien la Fiscalía Provincial de Segovia solicitó una pena de 21 meses de prisión por considerar que ejercía como encargado de los trabajadores que estaban de manera irregular en la finca de la madre de Bosco.
Entre 2019 y 2021 Martínez-Bordiú tuvo trabajando a dos matrimonios extranjeros en Monte Acedos, la finca segoviana que cuenta con unas 180 hectáreas utilizadas para el cultivo y un coto de caza. Según la Fiscalía, la hermana de Pocholo conocía perfectamente que estas cuatro personas estaba de manera irregular en nuestro país porque no tenían ni permiso de trabajo ni de residencia, datos que utilizó para "aprovecharse de sus circunstancias y de la necesidad imperiosa que tenían de trabajar para poder sobrevivir", expresan.
La Fiscalía también recoge que los trabajadores irregulares tampoco contaban con unas buenas condiciones. Y es que se explica que los cuatro debían hacer sus funciones todos los días de la semana de 7:00 a 13:00 y de 15:00 a 21:00 (12 horas) sin tener ni las vacaciones ni los descansos correspondientes. Además, al no tener ningún tipo de contrato el salario que recibían era en B, un sueldo de 900 euros mensuales (haciendo cuentas sale a poco más de 2,5 euros por hora).
Los testimonios de los extrabajadores
Desde el citado medio segoviano revelan además el testimonio de una de los exempleados, quien explicó que sus tareas en Monte Acedos eran de mantenimiento. De hecho, durante su declaración expresó que durante una de sus labores, cuando estaba desbrozando lavanda, tuvo un accidente en un ojo y el encargado de la finca le pidió que no contara al equipo médico que se lo había realizado mientras trabajada. Pero no solo eso, tuvo otro problema de salud cuando en una celebración de tiro al pichón se lesionó en una rodilla al soltar al ave. Un momento en el que pidió, sin éxito, a su superior que les llevaran equipos de protección "Necesitábamos el empleo. Estaba nuestro hijo y no teníamos otro sustento", contó en el juicio.
"Conmigo quien trataba era Clotilde, y con mi marido, José Antonio. Me despidieron porque me quedé embarazada", contó la mujer, que hacía la limpieza de la casa y los trabajos de jardinería, sobre la situación que vivieron en la finca y por la que la madre de Bosco ha aceptado los dos años de prisión.
En la misma situación se habría encontrado otro matrimonio extranjero entre 2020 y 2021 pero la Fiscalía no ha podido localizarles para tener su declaración. Eso sí, la Audiencia Provincial reprodujo su declaración durante la fase de instrucción y aseguró que estos trabajadores estaban indispuestos o enfermos y no podían acudir a su puesto se lo descontaban del sueldo. De hecho, según relatan la mujer de este habría sido despedida por enfermedad.
La Brigada de Extranjería de la Policía Nacional y la Inspección de Trabajo acudieron a la finca el 17 de febrero de 2020 para comenzar la investigación. Fue entonces cuando la Fiscalía llegó al acuerdo con Clotilde, tras reconocer lo ocurrido, fue condenada a los 24 meses de cárcel (a la que no entrará si no se le imputa otro delito de ningún tipo) más la correspondiente multa; fijada en dos partes de 10.811 euros que recibirán los integrantes de uno de los matrimonios, 5.026 euros a cada miembro de la pareja del otro, 9.130 euros a la Seguridad Social y otros 12.000 euros a las víctimas por los daños morales. Una responsabilidad civil que deberá ser abonada por el alcalde si es condenado, ya que explicó que él desconocía si eran trabajadores irregulares o no y que únicamente hacía actividades agrícolas como autónomo para la madre de Bosco.