Lo que empezó como una jornada repleta de alegría se convirtió en un verdadero drama a ojos de Francisco. Y todo, por la pérdida de uno de los objetos más especiales que llevaban 20 años acompañando al artista: una medallita de la Virgen de los Desamparados, que fue regalo de sus hijos. Su talismán.
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El cantante recibía con mucha ilusión una cucharita de plástico que Raquel Mosquera había encontrado y le regalaba. Para que le acompañara, a modo de amuleto, la peluquera la introdujo en la cadena de oro que acompaña siempre al valenciano, donde también estaba la medalla. No debió cerrar bien la cadena, pues esta se soltó, provocando el naufragio de la virgen. “Esa medalla significa muchas cosas para mí, no solo por la fe que tengo sino porque me la regalaron mis hijos. Me ha acompañado en mis triunfos y en momentos malos a lo largo de estos 20 años”, decía a cámara, completamente desolado e intentando asimiliar que la pieza de oro ya no estaba en su cuello.
“Estoy hundido”, repetía el marido de Paca, después de llorar como nunca antes le habíamos visto. “La necesito, es mi apoyo”. Raquel, tras disculparse por el accidente, le hacía entender que “la medalla no te daba fuerza. La tienes tú dentro. El fuerte eres tú”. Unas palabras muy sabias pero que Francisco no estaba por la labor de escucharlas.
Con todos sus compañeros peinando la zona de la arena y el mar donde había caído la ‘desaparecida’, Francisco, poco a poco, iba perdiendo sus esperanzas. Finalmente, asumía el extravío y lo afrontaba de la manera más estoica posible. “Si la medalla se ha querido quedar aquí será por algo”.