Francisco Rocasolano, su entrevista más personal

El abuelo de la Reina hablaba de su nieta, de como ha cambiado su vida y de la boda de Letizia con el heredero

Actualizado a 29 de julio de 2015, 11:29

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Los abuelos maternos de doña Letizia Ortiz Rocasolano, Francisco y Enriqueta, han retomado su vida cotidiana en Alicante, donde tienen fijada su residencia. Y don Francisco Rocasolano, taxista jubilado, nos comentó hace unos días como vivió el emocionante enlace de su nieta con el príncipe Felipe.

 

Una familia que se muestra muy discreta

Sin duda alguna la vida de la familia de Letizia Ortiz ha cambiado de forma radical desde que se dio a conocer su compromiso matrimonial con el príncipe Felipe de Borbón. La joven se ha covertido en uno de los rostros más destacados del panorama social, siendo de interés todo lo que acontece a su alrededor y, como no, sus orígenes familiares.
La familia de doña Letizia Ortiz siempre se ha mostrado muy discreta respecto a la relación entre la joven periodista y el heredero al trono. De hecho, los abuelos maternos declararon en su momento que ellos se habían enterado del noviazgo "como todo el mundo". Por eso, por esa discreción que les caracteriza, poco se sabe de los abuelos maternos de la actual Princesa de Asturias.
Francisco y Enriqueta contrajeron matrimonio en 1951 en Madrid. Tanto Paco, como le llaman familiarmente, como su esposa provienen de familias numerosas. Antes de casarse, él era mecánico y posteriormente se hizo taxista, mientras que su esposa, hasta que contrajeron matrimonio, trabajaba en una empresa británica dedicada a la telefonía, pero al casarse dejó de trabajar para volcarse en el cuidado de la familia.

Letizia pasaba veranos con sus abuelos en Alicante
 

En la actualidad y desde hace quince años, los abuelos maternos de la esposa de Felipe de Borbón y Grecia, residen en Alicante, en el barrio de San Gabriel, ubicado en las afueras de la capital. Eligieron la tranquilidad de Alicante para vivir holgadamente después de la jubilación de Francisco o como le conocen todos en el barrio, Paco.
Doña Letizia Ortiz acudía vada verano a visitar a Francisco Rocasolano Camacho y a Enriqueta Rodríguez Fuguarredo a Alicante, disfrutando de unos días de tranquilidad en la playa, siempre que se lo permitían sus numerosos compromisos profesionales. Para ella, esa ciudad guarda recuerdos imborrables.
Pero volvamos a sus abuelos, Enriqueta y Francisco, que ya se encuentran de nuevo en Alicante después de haber estado en Madrid una temporada con motivo del enlace de doña Letizia con el Príncipe de Asturias.
La semana pasada, Francisco, haciendo gala de su amabilidad y simpatía, nos comentó como vivieron él y su esposa el tan esperado enlace de su nieta.

Francisco, ¿doña Letizia les visitaba a menudo?
Ella ha venido aquí mucho sobre todo cuando era pequeña. Aunque el año pasado también estuvo aquí porque en julio es mi aniversario y estuvimos todos juntos y muy bien.

¿Le han cambiado mucho la vida? ¿Le paran mucho por la calle?
Bueno, ahora sí, me saluda mucha gente; antes no se sabía nada, solo que mi nieta trabajaba en televisión... Antes, yo conocía a la gente y ahora la gente me conoce a mí.

"Mis nietas son chicas de su tiempo"

¿Destacaba mucho su nieta Letizia de pequeña?
Letizia era una niña muy espabilada. Claro que ahora las chicas son más listas que los hombres. Por ejemplo, el otro día venía en el periódico que hay más mujeres estudiando que hombres. Nosotros vivíamos en Torrevieja, luego vinimos aquí y las niñas venían cuando eran pequeñas. Luego ya les gustaba viajar, sobre todo a Telma, que es una gran viajera. Todas mis nietas son chicas de su tiempo, espabiladas.

¿Era Letizia muy inquieta?
Como todas las niñas a su edad.

¿Y muy curiosa?
Conmigo se mostraba curiosa porque yo sé muchas cosas, muchos chascarrillos y me preungtaba... Yo le respondía y lo asimilaba muy bien.

¿La boda fue una oportunidad para reunirse toda la familia?
Sí, nos vemos poco porque mi esposa y yo, antes íbamos mucho a Madrid, pero ahora vamos menos.

¿Bailó usted mucho el día de la boda real?
Claro que bailé, pero solo hubo baile la víspera del enlace, en el palacio de El Pardo.

¿Su nieta se emocionó al verles ¿y ustedes, qué pensaron?
Pues en esos momentos, se piensan las cosas normales... Ha sido así y hay que asimilarlo.

Han ganado una Princesa en la familia, pero ¿temen que a partir de ahora la vean menos de lo que les gustaría?
No, qué va. La veremos cuando pueda ser, porque ella, ahora, tiene mucho trabajo que hacer.

¿Les gustaría que les visitaran en su luna de miel?
Yo ya le dije a don Felipe que vinieran. Y cualquier día vienen...

¿Presumen mucho de nietos?
No presumimos nada, lo normal.

 

"Igual que cuando se casa otro nieto"

¿Se emocionó usted mucho durante la boda de su nieta con el Príncipe?
Es verdad que era una boda distinta a las demás, pero era una boda. Y mi nieta estaba muy guapa.

¿Su esposa se emocionó?
Nada, lo normal en estos casos porque para nosotros fue igual que cuando se ha casado otro nieto.

¿Puede decirnos de dónde viene su familia?
Mi padre y yo somos de Madrid, mi abuela era de un pueblo de Teruel y un antepasado mío llegó desde Francia.

¿Como ha visto usted a la Familia Real?
Felipe y el rey Juan Carlos son personas sencillísimas. Es diferente cuando tienen que cumplir con el protocolo, pero en la intimidad, son maravillosos y muy cordiales.

¿Cree que don Felipe se ha integrado bien en su familia?
Como he dicho ya a todo el mundo, tanto él como su padre son gente sencilla y honrada.

Su nieta, la Princesa, es una gran lectora, ¿y usted?
Yo ya soy mayor pero sí le puedo decir que mi nieta lee mucho. Cuando estaba en Madrid con ella siempre la veía con gran cantidad de periódicos.

¿Le ha regalado usted muchos libros?
Ahora ya no, ahora me ha regalado más ella a mí.

 

Por TOÑI PEÑALBA

 

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