Francisco Rivera homenajea a su padre, ‘Paquirri’, en su adiós a José Rivera, ‘Riverita’

Los sobrinos de José Rivera, ‘Riverita’, Fran Rivera y José Antonio Canales Rivera brindan una emotiva despedida a su queridísimo tío, "el último bohemio"

Francisco Rivera

Francisco Rivera ha mostrado su apoyo públicamente a su hermano Kiko Rivera.

Gtres

El primero en dar su sentido pésame a José Rivera, ‘Riverita’, en redes era el hijo de su hermana pequeña. José Antonio Canales Rivera anunciaba el fallecimiento del torero con un sentido adiós, pero ha sido su primo Francisco quien, además de brindar por la vida del que fue “el último bohemio”, quien ha aprovechado para homenajear la memoria de su padre, ‘Paquirri’, fallecido hace 37 años.

Francisco Rivera, siempre con el recuerdo de su progenitor presente, especialmente estos días en los que la lucha por recuperar lo que fue de él está en uno de sus puntos más álgidos, ha querido despedirse de su amadísimo tío, al que visitaba de manera regular en Barbate, donde este residía, con un homenaje sentido y repleto de guiños a los que ya no están. “Siempre se van los mejores”, empieza diciendo en su pésame en las redes sociales. “Ya hace tiempo que hay muchos que te quieren esperándote. Y tú, como siempre, haciendo las cosas tuyas, les has hecho esperar”. Sin mencionar a su padre, ha quedado clarísimo que el mensaje iba por Paquirri, que falleció muy joven debido a una fatal cogida por asta de toro en Pozoblanco, en el año 1984, siendo él solo era un niño.

El homenaje de Fran Rivera a 'Paquirri' acaba enviando “besos a todos ahí arriba de mi parte”, y le reconoce que le echará mucho de menos. Las visitas tanto de él como de su hermano, en estos últimos meses de cuidados paliativos, eran constantes. La familia se ha volcado con ‘Riverita’ para que se sintiera arropado y muy querido. Ahora, con estos homenajes, sus sobrinos terminan por demostrarle su cariño y aprecio.

En las palabras de su hermano Cayetano se percibe lo importante que ha sido su tío José para él y su hermano. Gracias a esa "genialidad" que se deja adivinar en las palabras de Fran y José Antonio, quienes le conocieron aprendieron a vivir desde una perspectiva plagada de imaginación. "Tocado con la varita de Dios para ser un genio pero de chalado no tenía nada, lo suyo era otro tipo de delirio, otro tipo de locura. Apasionado de los toros, amante de la risa, capaz de volar y de hacerte soñar desde una silla. Su vida en un folio sería trazos de colores, flores, estrellas, la luna...".