A Francisco Rivera le ha salpicado una polémica muy espinosa relacionada con su faceta como empresario. El torero puso en marcha hace unos años Steele Supply, una empresa de chatarra en el Congo con tres socios, de los que ahora dos le acusan de delito societario, administración desleal y apropiación indebida. Según ha sostenido siempre el diestro, la empresa no salió bien y perdieron mucho del dinero invertido. "Hubo un cambio de Gobierno y nos retiraron las licencias", declaraba Fran. Esa versión fue la que les contó a sus exsocios Manuel Moreno y Javier Cabrera, quienes están intentado demostrar que la versión de Fran "fue una tomadura de pelo".
Según Moreno y Cabrera, tras la presunta fallida de Steele Supply, Rivera y su otro socio Martín Bilbao crearon una nueva a la que le habrían inyectado el dinero que supuestamente se habría perdido. En esta empresa pantalla, el torero habría usado a 'El Pai', amiguísimo de su madre Carmina Ordóñez, y otras tres personas más como testaferros. Por todo este entramado ilegal, los dos exsocios le reclamarían a Rivera y a Bilbao la suma de 1'3 millones de euros.
A los cuatro empresarios no les ha quedado otra que ponerlo en manos de abogados y será un juzgado el que tenga que investigar y llegar a una conclusión de si Fran Rivera y Martín Bilbao han incurrido en los delitos por los que Manuel Moreno y Javier Cabrera les han demandado.
Pero la versión del torero es bien distinta a la que apuntan sus exsocios. Según ha declarado en 'El Programa de AR', lo que sostienen no es verdad. "No hay fundamento fehaciente que soporte esa mentira, por lo que no estoy preocupado". Para Fran, las pretensiones de Moreno y Cabrera han sido las de ir a "hacer un daño tremendo" y "presionarle", recurriendo antes a los medios antes de ponerse en contacto primero con él. Y, además, declara que él aún no ha tenido noticia de ninguna demanda: "No puedes evitar que nadie te demande, pero a mí no me ha llegado nada". "Han visto que es fácil atacarme a través de los medios, porque todo de lo que me acusan suena muy fuerte y ya llevaban tiempo comentándome que iban a hacer esto", afirma con pesar.
El diestro tiene la conciencia "supertranquila" y de lo único que se siente culpable es de "haber elegido malos socios" y de no haber cerrado ya esa empresa. "Llevo un año y medio intentando cerrarla", dice. También ha negado la acusación que apunta a 'El Pai' como su testaferro: "Es mi 'hermano' y una persona que ha estado ayudándome, pero no es un testaferro. En los papeles del contrato de la empresa no solo figura su nombre, sino también el mío".
Por si todo esto fuera poco, Fran también se ha tenido que enfrentar a los rumores que se habían levantado acerca del anillo de boda de su mujer Lourdes Montes. Según la información recabada por el detective que le habían puesto Manuel Moreno y Javier Cabrera, con los que "ya no me hablo", habría conseguido el diamante que luce en la alianza a través del mercado negro congoleño. "El anillo de Lourdes es de una joyería de aquí, porque primero, para comprar un diamante en el Congo hay que estar loco", ha concluido.