Decía Fran Nicolás que información es igual a poder. Hasta ahora, el que más información tenía del exterior era él, porque fue expulsado a la semana y después volvió repescado. Sabía, por tanto, más que el resto de sus compañeros. Pero ahora está en desventaja tras la entrada de Dani Santos y de Laura Campos. Ellos manejan más datos, sabe que han visto el concurso, que lo han estudiado y que son profesionales del formato, puesto que, recordemos, Laura ganó su edición de Gran Hermano. ¿Qué pasa ahora? Que Fran se siente con miedo, atemorizado. Al borde de querer tirar la toalla. Como nunca, hasta ahora, lo habíamos visto.
Estamos de acuerdo que las formas de Campos nunca han sido las mejores. Ella es de las que prefiere dar cuatro voces y arreglar el asunto, que decir cuatro cosas políticamente correctas. Esto cortocircuita a Fran, que se escuda en el “yo soy un caballero, no me voy a poner a su altura” y lo que acaba haciendo es escondiendo la cabecita.
Hace unos días vivieron un enfrentamiento fuerte mientras estaban haciendo la prueba semanal. En un momento determinado, Alejandro abandonó porque necesitaba ir al baño, esto enfadó a sus compañeros y Laura saltó enfurecida. Fran lo defendió y la llamó “guarra” por haber orinado en la ducha que todos comparten y ella le empezó a decir “sinvergüenza” y que no tenái educación. Abandonó también Fran la prueba y siguió relatando en la casa, y mientras, a voces, Laura le pedía que todo lo que estaba diciendo fuera de la sala de la prueba, se lo explicara a la carita.
El colaborador del CNI, que asegura que no mantendría un cara a cara con Mariano Rajoy “porque se lo comería”, acabó en el confesionario llorando a moco tendido, desconcertado por lo que sabía fuera y la imagen que se estuviera dando de él. Pedía abandonar la casa, y por primera vez en el concurso abandonó esa pose de hombre que queda para ir de caza con la patronal madrileña y vimos al postadolescente que en realidad es. Él creerá que mostrar sus emociones le ha perjudicado, lo que él no sabe, que presume de saber tanto de todo, es que lo ha humanizado y lo ha acercado a la audiencia.