La última foto de Isabel Preysler está causando un gran impacto. Y no, no es porque aparezca guapísima, con un vestido espectacular, unas joyas llamativas o en algún acto promocional. Está llamando mucho la atención precisamente porque aparece como una persona completamente normal, desprovista de todo el glamour que la caracteriza y en una posición en la que podrían 'pillarnos' a cualquiera: durmiendo, con la boca abierta, en el tren.