Dicen que el amor todo lo puede, y una prueba de esto es la relación entre Rocío Carrasco (46 años) y Fidel Albiac (50 años), que llevan más de veinte años el uno al lado del otro, convirtiéndose en un pilar importantísimo en sus vidas. Hace un par de años Rocío fue la protagonista absoluta del año gracias a su documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', programa de Telecinco en el que se abrió por completo y retrató los duros episodios de maltrato que supuestamente vivió al lado de su ex pareja, Antonio David Flores (47 años). Pero si hay alguien que siempre ha estado a su lado es su marido, Fidel, que también la apoya en su nuevo y apasionante proyecto.
Rocío Carrasco vuelve a televisión
Rocío comienza este 2024 con ganas de afrontar un nuevo reto televisivo. La hija de Rocío Jurado formará parte del nuevo programa de cocina de Televisión Española, ‘Bake Off. Famosos al horno’, en el que tendrá que demostrar sus dotes ante los fogones mientras realiza diferentes tipos de postres. Junto a ella podremos ver a otros conocidos rostros como Terelu Campos, Alba Carrillo o Yolanda Ramos, todas grandes amigas de Carrasco: “He venido a un sitio donde esta Terelu, donde está Yolanda, donde está Alba, maravilla pura". Roció aseguraba ante los medios estar “recompuesta” después de todo lo vivido en los últimos años, algo a lo que seguro le ha ayudado en gran medida Fidel, que quiso estar al lado de su mujer durante la presentación del programa a los medios.
Siempre a su lado, Fidel Albiac siente devoción por su mujer y está muy unido, además, a las grandes amigas de esta. Todos han creado alrededor de la hija de Rocío Jurado un muro para protegerla en los momentos más duros, pero también para celebrar juntos los más felices. A pesar de haber sido señalado muchas veces, Fidel se ha mantenido siempre fuerte por su mujer y el apoyo mutuo en el matrimonio lejos de debilitarse es cada vez mayor.
La historia de amor de Rocío Carrasco y Fidel Albiac
Debemos remontarnos al verano de 1999 para conocer la fecha en la que la pareja se conoció. Rocío se había separado unos meses atrás del exguardia civil, y era una amiga en común la que los presentaba. Roció Mestre en esos momentos salía con Fidel Albiac, pero parece que este había elegido a la Rocío equivocada, porque lo suyo con Carrasco fue todo un flechazo instantáneo. Tras unos meses en lo que tan solo mantuvieron una bonita amistad, justo antes de acabar ese año, estando ambos solteros, el destino volvió a juntarles, haciéndoles inseparables desde entonces.
Unos meses después, la pareja tuvo que hacer frente a un terrible accidente de coche que casi les cuesta la vida, pero afortunadamente lograron recuperarse. Y es que Fidel no ha soltado la mano a Rocío en todos estos años, años en los que Carrasco ha tenido que hacer frente a duros momentos como la muerte de su madre, Rocío Jurado, donde también estuvo acompañada de su pareja en todo momento, así como la separación de sus hijos, con los que tiene una mala relación, e incluso la depresión que ha sufrido desde 2011, que la llevó incluso a intentar quitarse la vida.
Un amor que culminó en boda
Si hubo algo que les llevó más tiempo de lo establecido fue darse el esperado ‘sí, quiero’, hecho que sucedió el 7 de septiembre de 2016 en la finca Valdepalacios de Torrico, en Toledo. La hija de Rocío Jurado cumplía así una de las últimas voluntades de su madre, aunque estaba pasando una mala época en esos momentos por culpa de su exmarido: “Fui tan feliz ese día… ¡Se nos nota en la cara! Para mí fue un día maravilloso y uno de los mejores días de mi vida, por mí, por él y porque sé lo que suponía para mi madre. Mi madre hubiera sido inmensamente feliz, estaba cumpliendo una de sus últimas voluntades... ‘Tú no te vas a creer que no me voy a morir sin verte casada con este’, me dijo”, explicó Rocío.
Desde hace años ambos viven en una casa situada en San Agustín de Guadalix, un complejo residencial en el que pueden disfrutar de una tranquilidad y privacidad muy necesitada para ambos. Es tanto su amor por esta casa, con una extensión de 2.000 metros cuadrados, que entre sus comodidades cuenta con un gimnasio o una gran piscina.