Anabel Pantoja (37 años) ha inaugurado el 2024 por todo lo alto y con la verdad por delante. Instalada en una fase personal y profesional muy grata, la influencer nos recibe en su piso de Madrid para abrir su corazón y dejar atados los cabos que hayan podido quedar sueltos tras meses de silencio. En exclusiva para el último número de la revista Lecturas, nos cuenta cómo se encuentra y cuáles son sus planes para el nuevo año.
No sin pasar por alto, como es de recibo, cómo afronta su nueva etapa en el amor ahora que ha recuperado la ilusión. Algo ineludible desde que su romance con David Rodríguez (27 años) saliera de las sombras para que todo el mundo sea partícipe del enorme cariño que se profesan. La otra cara de la moneda se la lleva la familia, y es que si hay algo que nunca dejará de suscitar el interés popular, eso es saber en qué punto están ahora las relaciones interpersonales en un clan tan mediático. Cuál es realmente la relación con su tía Isabel Pantoja (67 años) y sus primos Kiko e Isa ahora que la familia ya no es la que era.
La sobrina de la tonadillera no tiene reparo en compartir con nosotros que nunca ha dejado de abogar por la concordia. No la ve como a alguien inaccesible, aunque admite comprender la determinación que su tía ha tomado para con los demás. "Hay mucha gente que se quiere poner en contacto con ella por interés", expone, añadiendo que "cuando una persona se lleva tantos desengaños y tantas estafas, al final decide con quién hablar y con quién estar tranquila". En cualquier caso, Anabel deja claro que "cuando tengo un problema no la llamo, no me apetece". No obstante, sí que lo hace para hablarle de cosas bonitas como "de la casa nueva, de mi situación laboral". En contraposición, y pese a tratarse de un momento tan dulce, sobre la boda de Isa Pantoja (28 años) "es evidente que no" han cruzado palabra.
El cambio de actitud de Anabel Pantoja, protagonista de su nueva vida
"No soy una persona bienqueda, lo que pasa es que no quiero perder la poca familia que me queda", sentencia en referencia a ser la única del clan Pantoja que ha conseguido mantener contacto con las diferentes piedras angulares de un conflicto intergeneracional. "No tenemos el mismo trato por muchos otros factores", puntualiza, puesto que su historia también ha dado un giro y, como ella misma dice, ha apostado por darse la oportunidad de "ser protagonista de mi vida". Anabel es honesta y evidencia que siempre "pretendía ayudar y lo sigo pretendiendo", pero los años pasan y cada uno ha terminado emprendiendo su propio camino después, sea por la circunstancia que sea. "Antes me imaginaba viviendo una vida junto a mis primos Kiko e Isa, en la misma ciudad. Y al final, cada uno ha tirado para un lado. Eso te va separando", nos cuenta.
Anabel ha madurado, ha cambiado de parecer y construye el futuro que desea para ella misma. Sobre esos lazos familiares que siempre tanto ha cuidado, lo tiene claro: "Lo importante es poder levantar el teléfono e ir a ver a mis sobrinos y que se mueran de amor al verme. Me encargo de que no me dejen de querer". Y así lo seguirá haciendo tanto tiempo como se lo permitan.