Cuenta Isa Pantoja que supo que Isabel no era su madre biológica por la prensa. Había sido adoptada siendo un bebé como tantos y tantos niños de este país. Ahora, gracias a LECTURAS, conocemos la verdadera identidad de la que comparte genética con ella. Se llama Roxana, y se quedó embarazada muy joven de la hija de la tonadillera. Su situación económica no era buena y se vio obligada a dar en adopción al bebé, al que llamó Andrea Celeste en honor a una actriz de telenovela, con el deseo de que su pequeña tuviera una vida de artista. Y no se equivocó.
Isa no es la única famosa en haber sido adoptada. Y aunque el caso de la hermana de Kiko Rivera fuera portada en infinidad de medios en su día y todos estuviéramos al corriente de su procedencia, no ocurre igual con otras celebridades. Pocos saben que Marilyn Monroe fue adoptada cuando era una niña ya que su madre no podía hacerse cargo de ella. Pasó mucho tiempo en hogares de acogida y le costó encontrar su sitio, ya que según relató en su día uno de los hombres por cuyas casas pasó la violó en repetidas ocasiones. Menos trágico fue el caso de John Lennon. Lo mismo que Marilyn, su madre no tenía los ingresos suficientes como para criar a un niño, y su padre había fallecido cuando estaba en la marina. La encargada de convertir a John en el líder de los Beatles que idolatramos fue su tía.
Un famoso que, al igual que Isa Pantoja fue entregado a su nueva familia cuando solo era un bebé, fue Steve Jobs. El cofundador de Apple fue adoptado siendo un niño de pecho. Sus padres biológicos, dos jóvenes que no pudieron estar juntos dado que la familia de la chica se negaba a que esta emparentara con un musulmán (el padre de Steve era Sirio), lo entregaron a los servicios sociales en cuanto nació.
Muchos famosos que descubren que han sido adoptados, quieren conocer algo más de sus raíces. Es el caso de Ray Liotta, el actor llegó a contratar los servicios de un detective para que investigara absolutamente todo sobre los que le dieron la vida. El de ‘Uno de los nuestros’ fue adoptado a los seis meses de haber nacido y sentía una profunda necesidad de conocer su procedencia.